“Sin duda, se ha abierto una nueva situación donde él recupera mucha influencia, y tendrá cosas que decir en la lucha del 2021”,La llegada de Acción Popular a la presidencia de la ANGR a través de Mesías Guevara es un éxito, quizás a medias. Primero el éxito: ganar tres regiones para un partido de Lima, en una competencia donde siguen predominando los llamados independientes no es poca cosa. Así, AP suma un triunfo al de la alcaldía de Lima. ¿Esto último ha influido en los electores de Cajamarca y la ANGR? Segundo, el triunfo a medias de AP: la dinámica política de una región es autónoma. No ha habido, que se sepa, una campaña nacional de AP por las regiones. La migración de Guevara a su tierra natal parece haber sido un asunto fuertemente personal, impulsado quizás por sus polémicas dentro de la directiva nacional del partido. Guevara encarna una tendencia de creciente interés por el espacio político regional, que viene de atrás. En los últimos 10 años muy pocas figuras regionales se animaron a dar el salto a la capital. Las decisiones de César Villanueva y Martín Vizcarra son recientes. Guevara ha dado el salto en sentido contrario. ¿Cuál es el nuevo atractivo de la política regional? Cabeza de ratón se ha vuelto mucho más interesante que cola de león. Esto tiene que ver con la intensa toxicidad del circo limeño, que todavía tiene para rato. Bien llevada, una gestión regional permite más resultados concretos que, digamos, un ministerio o una curul en Lima. Lima ha parado la oreja. Cabe preguntarse si siete regiones en manos de partidos del Congreso es el anuncio de que estamos ante una recuperación en marcha de la antigua cobertura territorial. ¿Regionales y capitalinos interinfluyéndose en la búsqueda de algo más sofisticado que la autarquía o el sistema de franquicias? A Guevara no le fue tan bien en la lucha interna de AP en el 2016, cuando Alfredo Barnechea ganó la candidatura presidencial. Sin duda, se ha abierto una nueva situación donde él recupera mucha influencia, y tendrá cosas que decir en la lucha del 2021. Mientras tanto Guevara hereda una región complicada, con pesos pesados como Gregorio Santos o Marco Arana, atroces niveles de pobreza y conflictos mineros siempre a flor de piel. Puede terminar simplemente devorado por un gueto cajamarquino, peligro en el que no parece que AP pueda ayudarlo mucho.