El fiscal de la Nación parece hoy un pollo sin cabeza.,La salida de Pedro Chávarry del MP es cuestión de tiempo, no solo porque perdió el respaldo de quienes lo sostenían y hoy corre como pollo sin cabeza por el mercado, sino porque ha perdido la chaveta y no necesariamente la que usaba para amenazar a sus críticos con aire de matón. La expresión más reciente de su desvarío es la carta que envió ayer al presidente del congreso, Daniel Salaverry, para solicitarle la formación de un grupo de trabajo para que investigue al presidente Martín Vizcarra. El motivo de Chávarry es que el presidente Vizcarra declaró que la destitución de los fiscales Rafael Vela y José Domingo Pérez perjudicó el acuerdo con Odebrecht. Chávarry precisa en su carta, sin embargo, que la suspensión de ese acuerdo, según “información periodística”, “obedece estrictamente” al cambio de gobierno en Brasil con la llegada del presidente Jair Bolsonaro. Lo que plantea Chávarry es una tontería sin sentido, tanto porque es imposible que el cambio del presidente de Brasil altere un proceso judicial, como porque no tendría fundamento que el congreso investigue a Vizcarra por ese motivo. No es la primera vez, sin embargo, que Chávarry da cuenta de una mediocridad intelectual patética. Varias veces, por ejemplo, ha amenazado vía Twitter a personas con investigarlas solo porque discrepan con él, incluyendo al presidente Vizcarra. Queriendo actuar como un fiscal que iba con la chaveta en la mano, Chávarry ha perdido la chaveta de más arriba, y está cada vez peor quizá como consecuencia de la soledad en la que se encuentra debido a que ha perdido el respaldo de todos. Empezando por la junta de fiscales supremos que sesionó ayer y donde sus cuatro colegas le pidieron que renuncie y él respondió que “voy a evaluar su pedido, hay asuntos pendientes que resolver en el congreso”. Asimismo, en medio de las marchas de anteanoche en las que miles de personas le pidieron su renuncia, Chávarry respondió que “pueden hacer diez mil marchas, no va a cambiar nada, que me boten si quieren, si pueden”. Hasta los fiscales que nombró para suplir a Vela y Pérez lo dejaron solo, al igual que el Apra que era el autor intelectual de sus decisiones descabelladas. Quizá Chávarry crea que de esa manera puede ‘negociar’ su salida para caer en buen pie, pero lo más probable es que pronto esté fuera del ministerio público y procesado por encubrir a la corrupción usando el poderoso cargo de fiscal de la Nación.