“TC desarma otra maniobra en el naufragio del fujiaprismo”, sentenció el columnista. ,Se cayó otra pata de cabra armada por el fujiaprismo para sabotear la democracia peruana mediante la modificación inconstitucional del Reglamento del Congreso con el fin de debilitar al Poder Ejecutivo en su relación con el Parlamento. Eso resolvió el Tribunal Constitucional cuando declaró inconstitucional la modificación de los mecanismos de la cuestión de confianza y la censura de ministros en el Reglamento del Congreso con el fin evidente de debilitar al Ejecutivo. PUEDES VER TC declara inconstitucional modificación de cuestión de confianza en Reglamento del Congreso Lo que buscó el fujiaprismo fue limitar las razones por las que se podía plantear la cuestión de confianza del gabinete al Poder Legislativo, y reinterpretar la implicancia de la censura del Consejo de Ministros para impedir una disolución del Congreso. Esta patraña jurídica, diseñada por el parlamentario aprista Mauricio Mulder y aprobada junto con los votos de Fuerza Popular y de sus topos, constituye una expresión clara de la manera como el fujiaprismo ejerció el poder en los últimos dos años, reinterpretando la Constitución y la legalidad a su antojo con el fin de acomodarla a su necesidad política. Ahora que Alan García se ha dedicado a alarmar con un golpe de Estado que solo está en su cabeza y en su desesperación para evitar ir a la cárcel por si la justicia lo encuentra responsable de haber recibido sobornos -pues el Congreso lo ha blindado a través de esa comisión fantoche Lava Jato que solo buscó blindarlo a él y a Keiko Fujimori-, se debe recordar que los cambios inconstitucionales realizados por el fujiaprismo sí son instrumentos parecidos al golpe de Estado. El fujiaprismo es una organización en la que el Apra ponía el cerebro y FP el músculo de los votos con el fin de violar la Constitución para adecuarla a sus fines, y en la que Mulder ha jugado un papel crucial al punto que el TC ha tenido que enmendarle la plana más de una vez, tirando una buena carrera parlamentaria por la de un saboteador de la Constitución. Esa ha sido la estrategia sistemática del fujiaprismo en la que el objetivo no ha sido otro que blindar a Alan García y Keiko Fujimori de cualquier delito e implicancia penal. Y esa es la plataforma de poder que se está cayendo a pedazos en estos días, con Alan García gritando que hay un golpe que parece ganzúa para resolver sus entripados judiciales, y FP nombrando secretaria general a Luz Salgado con supuesto espíritu de ‘renovación’ como quien designa al nuevo capitán del Titanic una hora después de chocar con el iceberg. El fujiaprismo ha naufragado.