El mensaje al fiscal José Domingo Pérez Gómez.,Rocío Sánchez no es hoy la única integrante del ministerio público amenazada por Pedro Chávarry, pues su puntería también se dirige contra el fiscal de lavado de activos José Domingo Pérez Gómez. Sánchez es amenazada por Chávarry con una investigación ordenada por su despacho “para determinar la responsabilidad de las personas involucradas en la filtración de audios de las interceptaciones telefónicas”. Es obvio que el objetivo del fiscal de la nación es Sánchez, pero no solo por venganza contra quien pidió la interceptación telefónica de integrantes del crimen organizado del Callao que, por carambola, terminó involucrando a jueces y fiscales como Chávarry y César Hinostroza. El objetivo de Chávarry no solo sería la venganza sino su interés de traerse abajo la investigación –que lo involucra– al poner en duda la cadena de custodia de pruebas, una triquiñuela judicial de esas como las que el Apra usó para impedir que los petroaudios sean prueba legítima. A Sánchez se le debe proteger para poder avanzar en la lucha anticorrupción, pero ella no es la única fiscal en problemas. Otro es el fiscal Pérez, a quien Chávarry, a través del fiscal Luis Germaná Matta, de la Oficina Desconcentrada de Control Interno de Lima, le ha abierto un proceso disciplinario por haber opinado en una entrevista periodística que él no es la persona más adecuada para ser fiscal de la Nación por sus conversaciones con el suspendido juez supremo César Hinostroza. En la misma entrevista, Pérez también señaló al ex fiscal de la Nación Pablo Sánchez por haberle dicho “no sabes con quiénes te has metido”, luego de que allanara los locales partidarios de Fuerza Popular, a fines de al año pasado. Curiosamente, en medio de esa diligencia, la congresista FP Luz Salgado le cuestionó a Pérez la ejecución de la misma diciendo que “es un partido político, mi estimado. No se está metiendo usted con cualquiera. Entonces, tiene que tener la información”. La acusación de Chávarry coincide con la denuncia planteada por un ciudadano aprista que cuestiona la salud mental de Pérez y solicita que se le aplique un examen psiquiátrico. La intención del cargamontón parece evidente. Primero, por la identificación de con quiénes, en efecto, se metió el fiscal Pérez: el fujialanismo. Y, segundo, y quizá mucho más importante, por la identificación de que el fujialanismo y su comparsa es el sector político dispuesto a bancarse a Chávarry al costo que sea, pues de él depende hasta su libertad.