"La ley del aborto le es indiferente a la gente con dinero. Sigue prohibiéndose para los pobres. ¿Y cuándo les han importado a los conservadores las leyes igualitarias?".,Hace unos días los conservadores argentinos saltaron de felicidad, y aquí varios de sus émulos. La ley del aborto libre no pasó la cámara de senadores para su aprobación, aunque el virtual empate demuestre que ganarán más temprano que tarde. Como Argentina nos lleva décadas en derechos –hace tiempo existe el matrimonio igualitario, y aborto en caso de violación– aquí todavía ni puede existir debate, con los poderes orgullosísimos de vivir en tiempo de los dinosaurios. No es mi intención convencerlo si está contra el aborto legal y gratuito en las primeras semanas. Pero sí recordar que todos los mayores de edad SABEMOS perfectamente que el aborto existe y existirá igual, solo que clandestino. Y también sabemos que las mujeres con algo de dinero abortan en clínicas, con médicos titulados sin que peligre su vida. No finjan ignorarlo: sería demasiada hipocresía. La ley que despenaliza el aborto se propone para que mujeres de bajos recursos no mueran en consultorios de improvisados, o desangradas por introducirse ganchos de ropa por desesperación y angustia. Se propone para que no existan tantas niñas gestantes de 7, 8, 11 años por ser violadas, aunque no falte algún miserable declarando que “no siempre es traumático” (!!). La ley del aborto le es indiferente a la gente con dinero. Sigue prohibiéndose para los pobres. ¿Y cuándo les han importado a los conservadores las leyes igualitarias? Imposible más clasista y discriminador. La chica “de su casa” sabe que su familia la salvará del “resbalón” en el más absoluto secreto. La humilde acudirá al volante de “atraZo menstrual” a riesgo de su vida, si al menos tiene una platita. Y si no, mirará el gancho. Horrendo, sin duda. Pero eso sucede todos los días. No querer verlo, es otra cosa.