El presidente de la República está facultado constitucionalmente para convocar a Legislatura Extraordinaria y plantear como único y exclusivo punto el tema del Consejo Nacional de la Magistratura (CNM). El mandatario no está proponiendo el cese, pero evidentemente por la posición política principista que ha tomado para que cesen estas personas, planteando la necesidad de cerrar filas a la corrupción, se entiende que cuando pide debate se proceda a la culminación de sus funciones porque ellos han claudicado de los principios de la intitución. El CNM está absolutamente deslegitimado. El mandatario ha hecho muy bien, las circunstancias lo exigían, porque los principales líderes, sobre todo los que controlan el Parlamento, plantearon barreras para el cese de estos cuestionados consejeros. Me inclino a pensar que la decisión que debe tomar el Parlamento no puede ser otra que la destitución porque jurídicamente hay elementos y razones que la sustentan. Desde bastante tiempo el Congreso está de espaldas a la realidad y eso es un gravísimo error. En este emplazamiento el presidente no está solo, está con la verdad y con el respaldo de la mayoría de peruanos que quieren que las cosas cambien.❧