No, nada de eso justifica que siga escribiendo y exigiendo #enfóquedegénero.“Feminazi” me dicen.,Algunos “machos” me acusan de monotemática y se atreven, incluso, a “sugerirme” que cambie de “rollo” porque, aseguran, aburro con mis columnas y comentarios sobre la violencia contra las mujeres y el machismo. Porque, claro, se sienten con autoridad para decirme qué escribir o pensar y, por supuesto, soy una neurótica exagerada, me falta marido, estoy menstruando o seguro soy fea y odio a los hombres. Porque, en realidad, no es que maten, violen y golpeen a mujeres todos los días. No, lo mío es un invento de mi febril y hormonal imaginación. No es que una fiscal decide poner en libertad a dos confesos violadores porque le faltó criterio, sensibilidad y empatía y hasta borró su firma con liquid paper para evitarse el roche. Qué va, soy una dramática. Tampoco es que, esta misma semana, la Corte Superior de Tumbes revocó una sentencia de 25 años contra un miserable que quemó y asesinó a su expareja, y hasta pidió que borren los antecedentes penales del pobre hombre. No, nada de eso justifica que siga escribiendo y exigiendo #enfóquedegénero. “Feminazi” me dicen. Tampoco es que a diario mujeres son golpeadas, arrastradas, amenazadas o abusadas sexualmente. Mujeres que recurrieron a la policía para ser ignoradas, culpabilizadas y terminan muertas. Mujeres que reciben una orden de restricción que resulta letra muerta o cuyos golpeadores y asesinos, salen en libertad o reciben penas benévolas. No, aquí no pasa que el número de feminicidios se incrementó en 26% en relación al año pasado ni que el 64,4% de mujeres entre los 15 y 49 años ha sido violentada alguna vez por su esposo o compañero. Tampoco ocurre que cada vez que un crimen nos estremece e indigna se organicen charlas preventivas en comisarías, se anuncien nuevas leyes y sanciones para que mágicamente acaben con la violencia, comisiones de alto nivel y cruzadas nacionales que terminen en saco roto. Nada de eso es cierto, lo que sucede es que soy una mujer amargada que nadie quiere, despotrica contra los machos y nada bueno hace con su tiempo. Mejor plancho y cocino para no pensar cojudeces.