Si el equipo logra cruzar la barrera de los tres partidos de este mes, incluso tendremos un 28 de julio eufórico. ¿Pero cómo llamar a esas alegrías que se producen contra un telón de preocupación y descontento social?,Con el retorno de Paolo Guerrero al escenario del mundial de fútbol, casi podría decirse que ya estamos en Fiestas Patrias. Si el equipo logra cruzar la barrera de los tres partidos de este mes, incluso tendremos un 28 de julio eufórico. ¿Pero cómo llamar a esas alegrías que se producen contra un telón de preocupación y descontento social? Un julio con el Perú todavía dentro del mundial será muy distinto de uno ya fuera del mundial. En el segundo caso habrá un retorno a la preeminencia de la política en los medios y en la atención del público. En ambos casos estamos hablando de algo así como una tregua del gobierno para junio-julio, que se irá modulando de partido en partido, luego de semana en semana. Mientras tanto es notorio que avanzan hoy tres movimientos fuertes de reclamo y protesta: contra el alza de los productos básicos iniciada en el Cusco; los acuerdos que vienen adoptando los gremios de transporte pesado en el sur y el norte; el anuncio de una huelga indefinida del Sute radical Fenasutep. Todos con evidentes proyecciones hacia Fiestas Patrias. A fin de julio Martín Vizcarra dará su mensaje a la nación, que funcionará como un balance de sus primeros meses, algo más de los proverbiales 100 días. Los argumentos del post-PPK y de la novedad se habrán terminado de desvanecer. Su aprobación ha ido bajando, pero sigue relativamente alta. Sin embargo, será el momento en que cuajarán las críticas de los sectores descontentos: izquierda y derecha, dueños y trabajadores. Otro espectáculo de las fiestas será el pulseo por la presidencia del Congreso. El clima de confrontación está afectando popularidades en Fuerza Popular, lo cual sugiere la búsqueda de un reemplazo menos volátil que el presidente actual. Todavía no hay nombres circulando, pero a dos meses de distancia y en una bancada vertical eso no significa mucho. Para las demás bancadas del Congreso será la oportunidad de reunirse en torno de una candidatura alternativa. Como se han borrado las líneas entre oposición y oficialismo, encontrar esa figura no será fácil. Pero establecer una presencia colectiva fuera de FP tiene todo el sentido del mundo. Tampoco aquí circulan todavía nombres.