Edwin Donayre se disfraza de supuesta víctima de la guerra interna en Colombia, ingresa en el Lugar de la Memoria y consigue que la funcionaria Gabriela Eguren le sirva de guía; luego difunde un vídeo manipulado para insinuar que la profesional hizo “apología del terrorismo”, se presenta por televisión con su “denuncia” y se burla de su orientación sexual.,El abogado Aaron Schlossberg ingresó en una cafetería de Nueva York y de pronto comenzó a vociferar muy irritado porque escuchó a varios de los empleados y clientes que hablaban en español, lo que consideró fuera de la ley. “¡Esto es Estados Unidos! Y si hablan español es porque son indocumentados. ¡Así que llamaré a la policía de inmigración para que lo expulse con una patada a cada uno!”, chilló al tiempo que marcaba los números. Un testigo grabó todo y divulgó en redes sociales el incidente que produjo la inmediata reacción de ciudadanos y de la prensa de la ciudad más cosmopolita del mundo donde se hablan hasta 600 lenguas y casi el 25 por ciento de los pobladores se comunican en español. The New York Times investigó a Schlossberg y encontró que participaba en manifestaciones de odio racista y que era un donante de la campaña de Donald Trump y reportó que ciudadanos recolectaron firmas para que le retiraran la licencia de abogado y el estudio donde trabajaba prescindió de sus servicios. Recibió su merecido. En el Perú un congresista que había ejercido la jefatura del Ejército, Edwin Donayre, el mismo que aseguró que chileno que entrase en el país “saldría en bolsas de plástico”, que fue denunciado por su propia institución por contrabando de gasolina y se encuentra sometido a juicio, y que compró sin licitación raciones de combate para los soldados del Vraem que enfermaron por la mala calidad de los alimentos; se disfraza de supuesta víctima de la guerra interna en Colombia, ingresa en el Lugar de la Memoria y consigue que la funcionaria Gabriela Eguren le sirva de guía; luego difunde un vídeo manipulado para insinuar que la profesional hizo “apología del terrorismo”, se presenta por televisión con su “denuncia” y se burla de su orientación sexual. En medio de las risotadas de aprobación del periodista que en ningún momento cuestionó a Donayre, Eguren fue despedida. No he visto en toda mi carrera algún manual que indique que el periodista debe ubicarse al lado del agresor. Nunca. Pero en el Perú los grandes medios los premian contratándolos, regalándoles una tribuna para propalar sus maldades.