Seis mujeres decidieron contar los abusos de Moore, un ex juez que se hizo popular con declaraciones como esta: “Los homosexuales, las lesbianas y los transexuales han unido fuerzas con aquellos que creen en el aborto, la sodomía y en la destrucción de todo lo que amamos. A menos que nos unamos, vamos a perder nuestro país”. ,Los fanáticos religiosos son enemigos de la verdad. El 10 de noviembre de 2017, cuando el senador republicano Roy Moore era favorito para ganar como senador reelecto por Alabama, el periódico The Washington Post destapó el lado oscuro del político con la siguiente revelación: “Moore acusado de tocamientos a una jovencita. Ella tenía 14 años en 1979; él, 32. Otras tres afirman que el ahora candidato también las acosó”, decía el titular. Después de casi cuatro décadas de silencio, en total seis mujeres decidieron contar los abusos de Moore, un ex juez ultraconservador, homofóbico, antiabortista y antiinmigrante, que se hizo popular con declaraciones como esta: “Los homosexuales, las lesbianas y los transexuales han unido fuerzas con aquellos que creen en el aborto, la sodomía y en la destrucción de todo lo que amamos. A menos que nos unamos, vamos a perder nuestro país”. Moore negó las imputaciones y recibió el respaldo del famoso pastor evangélico Flip Benham, líder del movimiento nacional “pro-vida” Operación Salvar América, quien justificó la perversión del senador bajo el argumento de que sentía atraído por la “pureza” de las niñas. Incluso el presidente Donald Trump también lo apoyó. Poco después, las reporteras del Post encargadas de la investigación, Stephanie McCrummen, Beth Reinhard y Alice Crites, recibieron la visita de mujer que les relató su espantosa experiencia con Moore. Ella declaró que el senador la embarazó a los 15 años y que la obligó a abortar. Las periodistas verificaron el testimonio y encontraron inconsistencias, por lo que decidieron seguir a la denunciante, sorprendiéndola en el momento que ingresaba en la oficinas de Project Veritas, una organización que monta trampas para desprestigiar a la prensa que investiga a los políticos conservadores. La fallida emboscada revelada por el Post terminó por destrozar lo que quedaba de la reputación de Moore, quien perdió las elecciones con una humillante votación. Este año las reporteras fueron galardonadas con el premio Pulitzer por la excelencia de su trabajo, pero también por haber demostrado que los fanáticos religiosos son enemigos de la verdad.