Memoria. En tiempos en que el fujimorismo arremete contra otros poderes del Estado, recordamos la vigencia del pensamiento de Gustavo Mohme Llona, director-fundador de La República y un hombre que siempre batalló en defensa de la democracia. ,Era un hombre que se desempeñaba con energía y sobriedad en distintos espacios: en la política, el periodismo o el ámbito empresarial. Quienes lo conocieron lo recuerdan como un caballero de espíritu proactivo, democrático, concertador. Eso sí, dispuesto a dar la batalla por aquellas causas en las que creía. Ese talante de quien siempre defiende sus ideales con la razón y la verdad, se lo imprimió también a La República, el diario que fundó en 1981 y que esta semana cumplió un nuevo aniversario, el número 36. “Mi padre tenía ideales muy marcados y eso también marcó al periódico”, recuerda Gustavo Mohme Seminario, su hijo y hoy director de este diario. PUEDES VER Instan a Mesa Directiva a restituir en sala el nombre de Gustavo Mohme Llona Con Gustavo “Papá” Mohme, La República se convirtió en un referente de la prensa nacional, que se batió por la defensa de los derechos humanos, por darles voz a los trabajadores y a las regiones, y por la defensa de la democracia. Con él este diario fue clave para denunciar primero y combatir después el autoritarismo de Alberto Fujimori. “La lucha contra la corrupción fue otra de sus preocupaciones y por eso creó la primera Unidad de Investigación que dirige hasta hoy Ángel Páez”, cuenta “Chicho” Mohme, como lo llaman con afecto sus amigos. “Esa Unidad fue gravitante en un conjunto de investigaciones que en su momento llevaron adelante Páez, Edmundo Cruz, entre otros, que han trascendido nuestras fronteras”. El periodista y analista político Juan de la Puente recuerda que conoció a “Papá” Mohme a finales de los años 80 cuando él era estudiante universitario y dirigente en San Marcos. Ambos adherían a la IU. Luego lo volvió a tratar en los años 90, luego del triunfo de Fujimori. “Después del golpe de Fujimori, hubo en la izquierda un debate donde sectores juveniles fueron muy críticos con la dirigencia que nos había llevado a la derrota en el 90. Yo estaba en ese sector. ‘Papá’ Mohme fue el único dirigente de IU que no cuestionó a los críticos sino que los escuchó y promovió un debate en el Centro Cívico de Lima. Era un hombre tolerante”, dice. Con lo que no era tolerante Mohme Llona era con el quiebre del orden democrático. Por eso este diario, que apoyo inicialmente a Alberto Fujimori por ser un gobernante elegido en las urnas, rompió con él tras el autogolpe de 1992. “Papá” Mohme impulsó el Comité Cívico por el No en contra de la Asamblea Constituyente de 1993 y la promulgación de una Carta Magna realizada sin consulta; y luego el Comité Cívico por la Democracia el 95. “Él decía que las elecciones del 95 no hacían buena la Constitución del 93, sino que nos hacían pasar a otro momento político en el que había que impedir que el régimen de Fujimori se perpetúe”, rememora Juan de la Puente. Sobre su trabajo político, Lourdes Flores, lideresa del PPC, ha dicho de Gustavo “Papá” Mohme que tuvo el privilegio de conocer a un hombre sereno y reflexivo en el Parlamento Nacional y a un líder convocante. “La oposición parlamentaria del periodo 95-2000 sabía muy bien que nos resultaba imposible ganar votaciones. Nunca transigimos para ganarlas; poco importaba. Lo fundamental era que nuestra voz fuera calando en la conciencia ciudadana. En las batallas de aquellos días, Mohme nunca dejó de combatir”. Una situación parecida vive hoy la minoría parlamentaria en el Congreso dominado por la bancada fujimorista. Uno de los objetivos más importantes alcanzados por el trabajo de concertación de Gustavo Mohme Llona fue la firma del Acuerdo por la Gobernabilidad, que se firmó en noviembre de 1999 por 14 agrupaciones políticas. Un acuerdo para la unidad de las fuerzas políticas en la lucha contra el fujimorismo y para discutir medidas políticas y económicas pensando en el post-fujimorismo. Ese fue el germen del Acuerdo Nacional. Hoy, un diario renovado, con presencia en las redes sociales, formato televisivo y la última tecnología para llevar a cabo esa convergencia, celebra su legado. La fundación Gustavo Mohme Llona, surgida al amparo del diario y que promueve la excelencia periodística, lleva su nombre. “Mi padre hizo coincidir al político con el empresario y con el periodista. El podía establecer esos espacios”, dice nuestro director. Diecisiete años después de su muerte, acaecida el 23 de abril del 2000, el pensamiento y la acción política de Gustavo Mohme Llona siguen vigentes. “Tanto, que los fujimoristas se toman la molestia de quitarle el nombre a la sala que llevaba su nombre. Pero eso es un homenaje más”, comenta Gustavo Mohme hijo. Hoy, los mismos ideales que él persiguió nos animan.