Joven guatemalteca llegó a EE. UU. huyendo de la violencia de su país, pero fue deportada: "Viajamos por necesidad"
El aumento de vuelos de deportación desde EE. UU. hacia Guatemala genera preocupación en comunidades migrantes, especialmente ante las promesas de deportaciones masivas del presidente electo Donald Trump.
En las últimas semanas, el aumento en la cantidad de vuelos de deportación desde Estados Unidos hacia Guatemala ha generado preocupación entre las comunidades migrantes y los defensores de derechos humanos. Este contexto se agrava con las declaraciones del presidente electo Donald Trump, quien ha prometido implementar deportaciones masivas una vez que asuma el poder, lo que deja a miles de familias en una situación de incertidumbre y miedo.
Deportaciones en aumento
Juana Pérez, una inmigrante guatemalteca, representa una de las muchas historias de quienes llegaron a Estados Unidos huyendo de la violencia en sus países de origen. Tras buscar refugio en territorio estadounidense, ahora forma parte de un creciente grupo de deportados, que en las últimas semanas ha pasado de 10 a 20 vuelos semanales, según informes recientes.
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Este incremento en las deportaciones ha sido calificado como una medida drástica que afecta no solo a los deportados, sino también a sus familias y comunidades en Guatemala. Rosa, otra de las afectadas, expresó su tristeza ante esta situación, señalando la falta de oportunidades y las duras condiciones que muchos enfrentan al regresar a su país de origen. “Lamentamos que nos hayan deportado”, comentó con pesar a Unovision Noticias.
Promesas de deportaciones masivas
Donald Trump, quien asumirá la presidencia de Estados Unidos próximamente, ha reiterado su intención de aplicar varias medidas contra los inmigrantes indocumentados. Sus declaraciones generan preocupación en las comunidades migrantes que aún permanecen en el país. Activistas señalan que estas políticas no solo separan familias, sino que también ignoran las razones humanitarias por las cuales muchas personas buscan refugio en el país norteamericano, como la violencia y la pobreza extrema.
Además, los testimonios de migrantes deportados ponen en evidencia las graves consecuencias de estas decisiones. “Hablamos de niñas que son violadas, de personas que llegan aquí porque no tienen qué comer en Guatemala”, señaló una defensora de derechos humanos, destacando la urgencia de encontrar soluciones que respeten los derechos humanos de los migrantes.
Respuesta de Guatemala
El gobierno de Guatemala, a través del Instituto Guatemalteco de Migración, ha confirmado su disposición de colaborar con Estados Unidos en este tema. Sin embargo, existe incertidumbre sobre cómo el país manejará la posible llegada de ciudadanos de otras nacionalidades centroamericanas deportados desde EE. UU. Esto plantea retos adicionales para un país que ya enfrenta desafíos significativos en términos de recursos y apoyo para los deportados.
Activistas buscan alternativas
Ante este panorama, organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes trabajan arduamente para brindar apoyo legal y emocional a quienes enfrentan la deportación. También se enfocan en presionar a los gobiernos para que implementen políticas más compasivas que aborden las causas profundas de la migración, en lugar de centrarse únicamente en medidas represivas.