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Este país andino es el nuevo Dubái de América Latina: conoce la historia detrás de su meteórico ascenso económico y proyectos inmobiliarios

Este país pasó de ser uno de los más pobres de la región a uno de los más prometedores. En 2022, el PIB de este país creció un 62%, consolidando su lugar como un centro de inversión inmobiliaria en la región, atrayendo a capitales internacionales hacia proyectos de lujo y desarrollo urbano.

Este país ha generado mucho revuelo en los últimos años debido a su rápido crecimiento económico. Foto: Composición LR / IA
Este país ha generado mucho revuelo en los últimos años debido a su rápido crecimiento económico. Foto: Composición LR / IA

En la geografía cambiante de la globalización, un nuevo actor ha emergido en el escenario latinoamericano. Con una celeridad sorprendente, una nación de esta región ha experimentado una transformación radical, por lo cual, muchos críticos y expertos en economía han comenzado a llamar esta región de América latina "el nuevo Dubái andino". Inspirado en los modelos de desarrollo de las metrópolis más cosmopolitas del mundo, este país ha experimentado un crecimiento vertiginoso. Sus playas paradisíacas, antes destinadas al turismo local, ahora son el escenario de mega proyectos inmobiliarios que atraen a inversores de todo el mundo.

Incluso el ministro de Economía de Brasil, Paulo Guedes, en 2020, llegó a comparar al país con una de las ciudades de Emiratos Árabes Unidos que se ha convertido en símbolo de la riqueza por el petróleo. “Es la nueva Dubái de la región”, dijo. Solo en 2022, el crecimiento del PIB fue de un impresionante 62%.

Esta ciudad ahora se considera como una de las más ricas y prosperas de Sudamérica. Foto: Food and Agriculture.

Esta ciudad ahora se considera como una de las más ricas y prosperas de Sudamérica. Foto: Food and Agriculture.

¿Quién diría? El nuevo Dubái está en un país andino

Guyana es un país situado en el norte de Sudamérica, entre Surinam y Venezuela. La antigua colonia británica de Guyana, otrora uno de los países más desfavorecidos de América Latina, ha experimentado un giro radical en su trayectoria económica gracias al descubrimiento de un yacimiento petrolífero de proporciones colosales. En 2015, la empresa ExxonMobil, de orígen norteamericano, hizo lo que algunos llaman el mayor descubrimiento petrolífero en épocas recientes.

El descubrimiento petrolero ha transformado radicalmente la economía de Guyana. Con una producción que supera las expectativas iniciales, el país sudamericano se ha convertido en un importante jugador en el mercado mundial del petróleo. ExxonMobil, en alianza con la compañía norteamericana Hees Corporation y la china, CNOOC Limited, lidera esta bonanza energética. La producción de crudo, que ya supera los 380.000 barriles diarios, está destinada a alcanzar cifras récord en los próximos años, superando incluso a la de su vecino, Venezuela, quien posee reservas probadas cercanas a los 300.000 millones de barriles, las mayores del mundo. Este crecimiento exponencial ha catapultado a Guyana a la cima de la región en términos de ingresos por habitante.

En 2022 el producto bruto interno aumentó un 62% y en 2023 un 37%, el ritmo más acelerado reconocido por las estadísticas internacionales. Si bien es inevitable que esa velocidad de crecimiento vaya descendiendo rápidamente en los próximos años, Guyana está destinada a erigirse en el país de más elevado ingreso por habitante de América Latina. Sin embargo, la sostenibilidad de este crecimiento y la capacidad de Guyana para gestionar los desafíos que plantea una economía dependiente del petróleo son interrogantes que aún están por responder.

Vista aérea de la capital Guyanesa, Georgetown. Foto: WorldAtlas.

Vista aérea de la capital Guyanesa, Georgetown. Foto: WorldAtlas.

Otro sector creciente en Guyana: el sector inmobiliario

Antes, poseía poco más de 800.000 habitantes y en principio surgió como una colonia holandesa, para la producción de caña de azúcar. Hasta 1966 no se declaró independiente de Reino Unido, y desde entonces, el país había vivido en un estado constante de pobreza. A raíz de los descubrimientos de los yacimientos petrolíferos, los Guyaneses que se habían visto obligados a vivir en el extranjero debido a las condiciones deplorables y falta de trabajos y oportunidades, han vuelto a su país de nacimiento.

Entre estos guyaneses que volvieron, está la historia de los hermanos Shiv y Hemant, quienes tenían solo 19 y 16 años respectivamente, cuando decidieron dejar su tierra natal e irse a vivir a Canadá, en 1982. En ese entonces, dejaban atrás uno de los países más pobres del mundo, como aquellos otros tantos jóvenes guyaneses que habían dejado su país en busca de una mejor vida. Así, ambos hermanos se establecieron, formaron familias y construyeron una larga y exitosa carrera en el sector inmobiliario y de finanzas. Sin embargo, en 2021, decidieron volver a Guyana, atraídos por el boom económico que el país estaba teniendo.

A raíz de esto, los hermanos volvieron con el plan de establecer empresas en el sector inmobiliario, específicamente especializándose en la venta y la renta de propiedades de alto valor en la capital de Guyana, Georgetown. A lo largo de la capital, se pueden ver grúas y obreros trabajando en proyectos de infraestructura como hospitales, autopistas, puentes y puertos, así como en la construcción de hoteles de lujo para cadenas internacionales como las estadounidenses Marriott y Best Western. También hay docenas de almacenes recién construidos repletos de tractores, excavadoras y otros equipos pesados de construcción para satisfacer la demanda de las obras en el país.

La agencia inmobiliaria de los hermanos Misir funciona en un pequeño local en el centro comercial MovieTowne, que abrió sus puertas en Georgetown en 2019, el mismo año en que comenzó la exploración comercial de petróleo en el país. En la misma planta, también hay bodegas de vinos importados y perfumerías con marcas famosas como Dior. Las zonas donde se cultivaba caña de azúcar y arroz, antes fuentes importantes de riqueza para el país, ahora dan paso a casas de lujo y urbanizaciones cerradas en los suburbios de Georgetown.

Guyana, la zona rica en petróleo disputada por Venezuela. Foto: Encyclopedia Britannica.

Guyana, la zona rica en petróleo disputada por Venezuela. Foto: Encyclopedia Britannica.

De un país pobre y con conflictos a ser llamada la Dubái Sudamericana

Algunos historiadores, politólogos y expertos en materias económicas, tienen dudas acerca de la estabilidad del crecimiento tan repentino que Guyana ha tenido en los últimos años. Esto, porque en su historia y pasado, Guyana no ha sido un Estado formalmente "estable".

Originalmente habitado por las tribus arawak y caribe, el territorio que hoy conocemos como Guyana fue objeto de disputas coloniales entre potencias europeas. Tras un período de dominación holandesa iniciado en 1615, la región cayó bajo control británico en 1796. Aprovechando la inestabilidad generada por las guerras de independencia hispanoamericanas, Gran Bretaña expandió sus dominios en 1814, ocupando la región de Esequibo, perteneciente a Venezuela. Este territorio ampliado se mantuvo bajo dominio británico hasta 1966, cuando Guyana logró su independencia y adoptó el nombre de República Cooperativa de Guyana.

Tras alcanzar su independencia en 1966, Guyana estuvo bajo el dominio político del Partido Nacional del Congreso durante las siguientes dos décadas y media. Sin embargo, en 1992 se produjo un giro histórico con la llegada al poder del Partido Popular Progresista (PPP), una formación de izquierda que marcó un hito al elegir a Janet Rosenberg, una judía estadounidense, como la primera presidenta mujer de América.

La política guyanesa está profundamente marcada por una división étnica entre afroguyaneses e indo-guyaneses. El Partido Nacional del Congreso representa principalmente a la comunidad afrodescendiente, mientras que el Partido Popular Progresista tiene su base en la población de origen indio. Esta polarización étnica, arraigada en el pasado colonial, ha influido en la dinámica política del país. Además, existe una importante población indígena, marginada socialmente y concentrada en las zonas selváticas, quienes, apoyados por el Gobierno Venezolano, se ha mantenido opuesto a las políticas guyanesas.

Durante el gobierno del PPP, entre 1992 y 2015, Guyana se alineó con los gobiernos de izquierda de Brasil y Venezuela. Esta alianza se tradujo en la participación de Guyana en Petrocaribe, un acuerdo energético que le permitía obtener petróleo a cambio de arroz Venezolano, fortaleciendo así los lazos comerciales regionales.

Gracias a la influencia petrolera que le ha permitido a Guyana tener un crecimiento inigualable durante los últimos años, la ciudad capital, Georgetown, se ha expandido de manera rápida. Foto: Houston Airport System.

Gracias a la influencia petrolera que le ha permitido a Guyana tener un crecimiento inigualable durante los últimos años, la ciudad capital, Georgetown, se ha expandido de manera rápida. Foto: Houston Airport System.

Un nuevo amanecer para Guyana: desafíos y oportunidades en el horizonte

A pesar de que en tiempos recientes, tanto Venezuela como Brasil han mantenido relaciones un poco tensas, el año pasado, el Gobierno Venezolano ha intentado ratificar la Guyana Esequiba como propia, incluso siendo apoyado en este aspecto por la oposición venezolano, quien lo ratifica. Guyana, en respuesta, ha querido declarar su autonomía y resolver esta situación legal y de controversia en La Corte Internacional de La Haya. Maduro e Irfaan Alí se reunieron posteriormente a instancias de Lula y emitieron una declaración en la que ambas partes ratificaban su intención de encontrar una resolución pacífica a las diferencias.

Las inestabilidades económicas y las tensiones geopolíticas que enfrenta Guyana generan dudas sobre la sostenibilidad de su éxito. El interés de otros países y empresas por sus recursos naturales, así como la posibilidad de monopolios, plantean interrogantes sobre el futuro a largo plazo del país.