El país que posee un museo con tesoros de oro, joyas y naufragios de América Latina encontrados en el fondo del mar
El museo alberga reliquias de un galeón español que fueron recuperadas por Allen Exploration tras 350 años bajo el océano. Están valorizados en más de 5 millones de dólares.
Durante siglos, el océano ha guardado valiosos secretos de las exploraciones y saqueos que marcaron la historia de América Latina. Tesoros sumergidos, provenientes de naufragios de galeones, se han convertido en piezas de exhibición en museos únicos. Uno de los más impresionantes es el Museo Marítimo de Las Bahamas, en Freeport, que alberga reliquias rescatadas del fondo del mar, entre las que destacan monedas de oro, joyas y objetos personales del galeón español Nuestra Señora de las Maravillas.
El Museo Marítimo no solo muestra los objetos recuperados, sino que también narra la historia del naufragio y el contexto histórico del barco, transportando a los visitantes a la era de las grandes exploraciones. El valor de las reliquias se estima en 5 millones de dólares, y cada una de ellas ofrece una ventana a la vida de una época marcada por la riqueza y el riesgo en las rutas marítimas. El naufragio sucedió en 1656 mientras llevaba un cargamento valioso desde el Caribe hacia Europa.
¿Cómo recuperaron el tesoro del naufragio?
El Museo Marítimo de Las Bahamas se destaca por exhibir los tesoros recuperados del galeón Nuestra Señora de las Maravillas, un barco que se hundió tras chocar con un arrecife de coral. Las expediciones exploraron 13 kilómetros del fondo marino, recuperando desde monedas de oro hasta cerámicas y pipas de tabaco, brindando una visión detallada de la vida a bordo de un galeón en el siglo XVII.
Las expediciones han recuperado monedas de oro, joyas y objetos cotidianos, cuyo valor se estima en 5 millones de dólares. Foto: Allen Exploration
Entre los objetos expuestos, se encuentran también la emblemática Cruz de Santiago y diversos artículos personales que pertenecieron a los tripulantes. Este museo permite a los visitantes adentrarse en la historia marítima de la región y descubrir cómo estos artefactos formaron parte de un capítulo crucial en la historia de América Latina y España.
El museo marítimo que alberga un naufragio de 350 años
Ubicado en el Port Lucaya Marketplace de Freeport, el Museo Marítimo de Las Bahamas se ha convertido en un destino imprescindible para quienes desean conocer los tesoros ocultos del Caribe. La colección del museo, que incluye monedas de oro, joyas y objetos cotidianos, ofrece una experiencia inmersiva para los amantes de la historia marítima y la arqueología submarina. Además, el museo honra la rica tradición de las islas y su rol en las rutas comerciales que unían el Nuevo Mundo con Europa.
Una de las piezas más importantes de la exploración de Allen fue un pendiente de oro con la cruz de Santiago en el centro. Foto: Allen Exploration
Gracias al apoyo de Allen Exploration, estas reliquias, sumergidas por más de 350 años, ahora forman parte de una exhibición que conecta el presente con el pasado, permitiendo a los visitantes descubrir cómo estas islas jugaron un papel clave en las dinámicas comerciales y culturales de su tiempo.
¿Qué objetos se encontraron y cuál es su valor?
Los arqueólogos que trabajaron en la excavación del Nuestra Señora de las Maravillas encontraron una gran variedad de objetos personales, los cuales permiten reconstruir aspectos de la vida cotidiana a bordo de un galeón del siglo XVII. Entre los artefactos recuperados se destacan hebillas de zapatos, pipas de tabaco, cerámicas utilizadas para almacenar alimentos y utensilios de cocina. Estos objetos proporcionan una visión única sobre cómo vivían y se organizaban las personas en el contexto de los largos viajes transatlánticos.
Uno de los hallazgos más importantes es una cadena de oro que tiene un colgante con la Cruz de Santiago, símbolo de gran relevancia religiosa y cultural en la España de esa época. También se encontraron joyas con incrustaciones de piedras preciosas y monedas de oro que formaban parte del tesoro destinado a la corona española, bajo el reinado de Felipe IV. Estos artefactos tienen un valor histórico incalculable, ya que ofrecen una ventana a las costumbres y creencias de la tripulación y los pasajeros.