La bebé que nació ‘embarazada’ del feto de su hermano y tuvo que someterse a una cesárea a las horas de nacer
En este caso, el feto 'parásito' dependía completamente de su hermana para sobrevivir, utilizaba su corazón para bombear sangre y obtener nutrientes. El diagnóstico temprano fue crucial para la salud de la bebé.
En Barranquilla, Colombia, se presentó un caso médico excepcional protagonizado por Mónica Vega y su hija Itzamara. Durante un examen ecográfico de rutina, se descubrió un fenómeno extremadamente raro: un feto alojado en el abdomen de la recién nacida.
Este fenómeno es conocido como fetus in fetu y ocurre en aproximadamente uno de cada 500.000 nacimientos, de acuerdo con los expertos en medicina materno-fetal.
¿Qué es el fenómeno fetus in fetu?
El fetus in fetu es una extraña condición en la que un gemelo se desarrolla dentro del cuerpo de su hermano en lugar de hacerlo en el útero materno. Según el cirujano Miguel Parra, quien descubrió el segundo organismo en el cuerpo de Itzamara, esta condición ocurre cuando el embrión que debería dividirse para formar gemelos no se separa en el momento correcto.
Si la división ocurre en la primera semana, se forman gemelos; si ocurre en la segunda semana, pueden desarrollarse hermanos siameses. Sin embargo, en casos extremadamente raros como este, la división se produce después del día 17, lo que resulta en que un gemelo se desarrolle dentro del otro.
Un gemelo que depende de su hermana
Durante el embarazo de Mónica, Itzamara se desarrolló normalmente gracias a la placenta y el cordón umbilical que la mantenían conectada a su madre. No obstante, el feto 'parásito' que crecía dentro de ella dependía completamente de su hermana para sobrevivir. Este gemelo carecía de placenta, corazón y cerebro, y utilizaba el corazón de Itzamara para bombear sangre y recibir los nutrientes necesarios.
"Es uno de los casos más extraños que vemos en medicina materno-fetal", declaró el doctor Parra en una entrevista con Caracol Radio. "Las células que iban a conformar a los dos gemelos no se dividieron en el momento adecuado, por lo que uno pudo desarrollarse, mientras que el otro quedó dentro de su hermanito", agregó.
El riesgo para la salud de Itzamara
El diagnóstico temprano de esta condición fue crucial para la salud de Itzamara. El doctor Parra señaló que, de no haberse detectado a tiempo, la niña habría podido crecer durante años con este feto parásito en su abdomen, lo que podría haberla debilitado gravemente.
"Es como tener un parásito grande. Pero una cosa es tener una lombriz y otra tener una estructura que succiona tu comida, tu alimento y que no te da ningún beneficio. Este parásito la iba a debilitar y desnutrir. También podría haberle hecho daño en alguno de sus órganos", explicó el doctor.
La cesárea y la cirugía
Ante el riesgo que representaba para Itzamara, los médicos decidieron adelantar el parto mediante cesárea antes de la semana 40 del embarazo. El objetivo era evitar que el feto parásito continuara debilitando a la niña. "Cada día que Itzamara pasaba en el vientre de su madre era un día más con este parásito que la debilitaba", dijo el doctor Parra.
Una vez que Itzamara nació, fue recibida no solo por sus padres, sino también por un equipo de cirujanos que la sometió a una ecografía para localizar el feto parásito. La operación, realizada a las pocas horas de su nacimiento, fue un éxito. "Ahora es una niña que se desarrolla muy bien. Se ha recuperado muy bien de su cesárea, que tuvo lugar a las 24 horas de su nacimiento", comentó el doctor Parra.
Un caso excepcional en la medicina
El caso de Itzamara es excepcional no solo por la rareza del fenómeno, sino también porque fue detectado prenatalmente, algo que ocurre en contadas ocasiones. La detección temprana permitió que se tomaran las medidas necesarias para garantizar la salud de la bebé. El doctor Parra destacó la importancia de la tecnología médica moderna, que hizo posible el diagnóstico y tratamiento de esta condición tan inusual.
Este caso sigue generando interés y asombro tanto en la comunidad científica como en el público, nos recuerda las complejidades y maravillas del desarrollo humano. La pequeña Itzamara ahora tiene la oportunidad de crecer y desarrollarse sin la amenaza que representaba el feto parásito, gracias a la intervención oportuna de los médicos y al avance de la medicina.