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El frustrado magnicidio de Trump desafía el futuro político de los EEUU

PERSPECTIVAS. Luego del fallido intento de asesinato contra el líder republicano, existen diversas opiniones sobre el devenir electoral estadounidense, las teorías de conspiración han salido a flote. ¿Quién disparó al expresidente? ¿Por qué lo hizo? ¿Qué pasará con las próximas campañas de Trump y Biden? ¿Cómo impacta a la democracia de los EEUU la violencia suscitada?

Donald Trump tras el intento de asesinato en su contra en Pensilvania.
Donald Trump tras el intento de asesinato en su contra en Pensilvania. Fuente: The New York Times

“Nuestra política jamás debe ser un campo de batalla ni, Dios no lo quiere, un campo de exterminio”, sentenció el presidente Joe Biden en un mensaje a la nación a las 20:00 horas (EST).

Este discurso se da un día después de que las noticias del mundo virasen para ver cómo la política de la principal potencia mundial se veía amenazada, nuevamente, esta vez por un intento de asesinato a un expresidente, el nuevamente candidato, Donald Trump. Intento, pues, por centésimas de segundos y algunos pocos milímetros, el exmandatario se salvó de la muerte. Suerte que no corrió un seguidor republicano que fue alcanzado por una bala tras ponerse como escudo para proteger a su esposa y sus dos hijas.

Un magnicidio fallido

Un joven de 20 años, posteriormente identificado por el FBI como Thomas Matthew Crooks, fue el francotirador que apretó el gatillo múltiples veces contra el exjefe de Estado.

Thomas Matthew Crooks, 20 años, francotirador que intentó matar a Donald Trump. Fuente: Difusión

Thomas Matthew Crooks, 20 años, francotirador que intentó matar a Donald Trump. Fuente: Difusión

Según informó la Oficina Federal de Investigaciones, el tirador habría actuado de forma individual, aunque se desconocen hasta el momentos los motivos.
Resulta enigmático que, en las informaciones de las pericias preliminares, se haya confirmado que el atacante haya sido un afiliado al partido republicano y que, de acuerdo con detalles revelados por The New York Times, vivía en un barrio “relativamente rico” en South Hills, Pittsburgh, Pensilvania.

“Le gustaba jugar al ajedrez, a los videojuegos y estaba aprendiendo a codificar, según una revisión de sus actividades en línea”, comentó un funcionario del FBI a The Times. En esa misma línea, uno de sus compañeros de escuela declaró al mismo diario que se encontraba sorprendido por la actuación de Crooks. “Sinceramente, nunca me hubiera imaginado esto”, precisó.

La realidad es que el atacante realizó múltiples disparos con un rifle semiautomático AR-15 desde el tejado de un inmueble ubicado a 137 metros del exmandatario republicano.

Al desatarse los disparos, el servicio secreto también abrió fuego contra Crooks hasta que logró abatirlo.

Hito en la carrera electoral, ¿y democrática de los EEUU?

“En este momento, es importante, más que nunca, que los mantengamos unidos y mostremos nuestro verdadero carácter como estadounidenses, manteniéndonos fuertes y determinados, y no dejar a la maldad ganar. Amo a este país, los amo a todos ustedes y espero verlos para hablar con nuestra gran nación esta semana desde Wisconsin”, dijo el recientemente herido candidato republicano pocas horas después del intento de magnicidio.

Lo anterior fue la señal perfecta para que todo el mundo sepa que la campaña presidencial continuará y que nada lo intimidará a seguir con sus actividades proselitistas.

Trump, quien es un sentenciado por falsificar documentos y soborno, no ha detenido su campaña en ningún momento. Menos ahora que entre muchos de sus seguidores es considerado un invencible, luego de que se haya salvado de la muerte a causa del atentado en su contra.

“Trataron de silenciarlo. Trataron de encarcelarlo. Ahora tratan de matarlo”, denunció John James, diputado republicano por Michigan, en su cuenta de X.
Para varios especialistas entrevistados por diversos medios estadounidenses, la rentabilidad política que un acto como este puede tener es muy alta.

Mirko Lauer comenta que existe una enorme probabilidad que formas de política con fanatismo aumenten a partir de este lamentable suceso.


No obstante, de acuerdo con el politólogo de la Universidad Complutense de Madrid, Elvin Calcaño Ortiz, con este episodio, “EEUU ha entrado en un tipo de conflictividad al interior de su comunidad política pues ya no será posible que diriman sus diferencias sin alta violencia”.

Según el investigador, luego de la violencia suscitada en la toma del Capitolio del 5 de enero del 2021, un ataque como este era tan solo un resultado esperado.
“Cuando al interior de una comunidad política entre los distintos actores políticos no se asumen adversarios legítimos, sino como enemigos existenciales, la relación amigo-enemigo toma cuerpo en la forma de matar al otro distinto”, precisó desde su cuenta en X.

Por otro lado, el periodista Peter Baker asegura que este intento de magnicidio parece dividir aún más a los estadounidenses, en vez de unirlos, como sucedió luego del intento de asesinato al expresidente Ronald Reagan en 1981.

“En cuestión de minutos, el aire fue plagado por rabia, amargura, sospecha y recriminación, mientras las teorías de conspiración avanzaban y el país se fracturaba aún más”, escribió para el diario The New York Times.

Según Baker, quien ha cubierto las cinco últimas campañas presidenciales, las divisiones en el país son tan grandes que las encuestas arrojan que 47% de los estadounidenses consideran la posibilidad de una guerra civil en sus vidas (datos de mayo del 2024).

“El incremento a propulsión de los eventos disruptivos recientes permite comparar la situación actual con la de 1968, un año de luchas raciales, disturbios en las ciudades y los asesinatos del reverendo Martin Luther King Jr. y del presidente Robert F. Kennedy”, sostuvo Baker .

Sin embargo, el historiador de la universidad de Georgetown, Michael Kazin, es claro en darle la dimensión correcta al evento, hoy investigado por el FBI como terrorismo doméstico. De acuerdo con el experto, la violencia política tiene una larga data en la historia de los EEUU.

“Como en 1968 -o 1919 o 1886 o 1861- la violencia que ocurre es casi inevitable en una sociedad tan profundamente dividida como la nuestra (…) aunque claro, hay menos violencia ahora que la que hubo en los años mencionados”, rescató Baker para The New York Times.

Joe Biden llama a la unidad y a condenar el ataque contra Trump

El actual presidente de los EEUU y candidato demócrata Joe Biden se dirigió a sus compatriotas desde el Oval Office en la Casa Blanca para pedir a todos “bajar la temperatura de la política”.

“La violencia jamás ha sido la respuesta. Si es se apunta o dispara a miembros de cualquiera de los partidos en el congreso, o si es una multitud violenta atacando el Capitolio en enero 6, o si es un ataque brutal al esposo de la expresidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi, o si es intimidación a oficiales electorales, o si es un complot de secuestro a un gobernador, o si es un intento de asesinato a Donald Trump. No hay lugar en EEUU para estos tipos de violencia, para ningún tipo, nunca, punto, sin excepciones. No podemos permitir que esta violencia se normalice”, puntualizó el mandatario, reflexionando sobre diversos hechos violentos ocurridos en los últimos años.

¿Cuántos presidentes han sido asesinados en EEUU?

  • Al asesinato de un presidente o jefe de gobierno se le llama magnicidio.
  • El primer presidente de EEUU asesinado fue Abraham Lincoln (1865).
  • James Garfield (1881)
  • William McKinley (1901)
  • John F. Kennedy (1963).

¿Cuántos presidentes han sufrido intentos de asesinato en EEUU?

  • El primer presidente de EEUU que sobrevivió a un intento de asesinato fue Theodore Roosevelt (1912)
  • Luego fueron Franklin D. Roosevelt (1933),
  • Harry Truman (1950),
  • Gerald Ford (1975. dos veces),
  • Ronald Reagan (1981)
  • Donald Trump (2024).