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El jardín más peligroso del mundo donde está prohibido oler y tocar plantas porque te podrían matar

Descubre The Poison Garden en Alnwick, el jardín más peligroso del mundo, donde más de 100 plantas venenosas pueden matar a sus visitantes.

The Poison Garden es famoso por albergar una colección de plantas venenosas, tóxicas y narcóticas, muchas de las cuales son letales si se ingiere. Foto: Great Big Story
The Poison Garden es famoso por albergar una colección de plantas venenosas, tóxicas y narcóticas, muchas de las cuales son letales si se ingiere. Foto: Great Big Story

En el norte de Inglaterra, en la histórica localidad de Alnwick, se encuentra un jardín distinto a la belleza tradicional que ofrecen estos espacios. The Poison Garden, parte del extenso Alnwick Garden, es conocido como el jardín más peligroso del mundo. Este lugar, inaugurado en 2005, alberga una colección de más de 100 plantas tóxicas, cada una con la capacidad de causar graves daños a la salud humana, e incluso la muerte.

Jane Percy, la duquesa de Northumberland, fue quien estuvo detrás de este proyecto único. Inspirada por los jardines de veneno de los Medici en Italia, Percy decidió transformar una parte de Alnwick Garden en un recinto donde se pudieran conservar y exhibir algunas de las plantas más mortíferas del planeta. Desde entonces, The Poison Garden ha atraído a miles de visitantes, intrigados por la mezcla de belleza y peligro que ofrece.

Las visitas guiadas se realizan cada 30 minutos durante el horario de apertura del jardín. Foto: Alnwick Garden

Las visitas guiadas se realizan cada 30 minutos durante el horario de apertura del jardín. Foto: Alnwick Garden

Este es el jardín más peligroso del mundo

The Poison Garden no es un jardín común y corriente. Sus puertas de hierro negro advierten claramente: "Estas plantas pueden matar". Dentro de este espacio, cada planta es una amenaza potencial. Entre las especies más notorias se encuentran la cicuta, la dedalera, la Atropa belladonna y la Strychnos nux-vomica, conocida por ser la fuente de la estricnina.

La historia de Alnwick Garden se remonta a 1750, cuando fue inaugurado por el primer duque de Northumberland. Durante siglos, el jardín experimentó varias transformaciones, incluida la introducción de semillas exóticas y la construcción de un invernadero de estilo italiano. Sin embargo, fue en 1997 cuando Jane Percy inició una ambiciosa renovación, que culminó en la creación de The Poison Garden en 2005.

¿Qué mortales especies de plantas se encuentran en The Poison Garden?

The Poison Garden alberga algunas de las plantas más peligrosas conocidas por el hombre. Aquí, los visitantes pueden encontrar:

  • Cicuta: Esta planta fue utilizada en la antigua Grecia para ejecutar prisioneros
  • Dedalera: Contiene digitalina, una sustancia que puede causar paro cardíaco
  • Atropa belladonna: También conocida como belladona, sus bayas son altamente tóxicas
  • Strychnos nux-vomica: De aquí proviene la estricnina, un veneno mortal
  • Ricinus communis: Fuente de ricina, uno de los venenos más potentes
  • Brugmansia: Sus flores contienen alcaloides que pueden causar alucinaciones y la muerte
  • Laburnum: Sus semillas contienen citoquina, que es altamente tóxica.

Cada planta en The Poison Garden tiene una historia fascinante y aterradora, que los guías comparten con los visitantes durante los recorridos.

Los cuidadores de este jardín deben usar trajes especiales para algunas plantas. Foto: Alnwick Garden

Los cuidadores de este jardín deben usar trajes especiales para algunas plantas. Foto: Alnwick Garden

Medidas de seguridad y precauciones para visitar The Poison Garden

Dado el carácter mortal de las plantas, The Poison Garden tiene estrictas medidas de seguridad. Las visitas son guiadas y es obligatorio seguir las indicaciones del guía en todo momento. Está prohibido tocar, oler o ingerir cualquier planta. Incluso con estas precauciones, se han reportado casos de desmayos debido a los vapores tóxicos emitidos por algunas especies.

Los jardineros que cuidan de este jardín deben usar trajes de protección y mascarillas para evitar la exposición a los venenos. Además, las plantas están cuidadosamente separadas para evitar la dispersión de semillas fuera del jardín, lo cual podría representar un peligro para el entorno natural.