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Roberto Benigni, actor de la ‘Vida es bella’, roba protagonismo al papa Francisco en el Vaticano

El actor y director italiano Roberto Benigni realizó este último domingo un monólogo con ocasión de la Jornada Mundial de los Niños.

Roberto Benigni acaparó la atención durante la misa de clausura de la primera Jornada Mundial de los Niños. Foto: Filipo Monteforte / AFP
Roberto Benigni acaparó la atención durante la misa de clausura de la primera Jornada Mundial de los Niños. Foto: Filipo Monteforte / AFP

El último domingo 26 de mayo, Roberto Benigni acaparó la atención durante la misa de clausura de la primera Jornada Mundial de los Niños, en la plaza de San Pedro, con un monólogo y eclipsó momentáneamente al papa Francisco. El ganador del premio Oscar, recordado por su conmovedora actuación en ‘La vida es bella’, añadió un toque de humor a una ceremonia principalmente religiosa. En un inicio simuló haberse olvidado de saludar al papa y luego le pidió bailar un tango. Además, bromeando, afirmó que, quizá, entre los pequeños estaba el próximo pontífice africano o mujer.

El actor sorprendió a los 50.000 asistentes a la misa en el Vaticano al hacer una aparición inesperada en el atrio de la plaza de San Pedro. El famoso actor y director italiano se encontraba entre los fieles que asistieron a la ceremonia religiosa. Su presencia no pasó desapercibida, y rápidamente se convirtió en el centro de atención, por su modo desenvuelto de expresarse. 

 El famoso actor y director italiano se encontraba entre los fieles que asistieron a la ceremonia religiosa. Foto: Filipo Monteforte / AFP

El famoso actor y director italiano se encontraba entre los fieles que asistieron a la ceremonia religiosa. Foto: Filipo Monteforte / AFP

El actor Roberto Benigni roba el protagonismo al papa

Roberto Benigni añadió un toque de humor al cierre de la misa al saludar inicialmente a todas las personas ‘importantes’ y simular haber olvidado al papa. Luego de ‘ignorar’ al papa, el actor le dijo: «Me gustaría ir a abrazarte, o bailar un tango, ya que eres argentino». Por consiguiente, mientras se acercaba por fin a saludarlo con un beso en cada mejilla, iba mencionando: “Antes de entrar, dos guardias suizos se me acercaron y me dijeron: ‘Señor Benigni, puede hacer lo que quiera, excepto una cosa, no puede tocar al papa’. Un beso, debo poder darle un beso. ¿De qué sirven los besos si no se pueden dar?”.

"Me gustaría ir a abrazarte, o bailar un tango", le dijo Roberto Benigni al papa Francisco. Foto: Filipo Monteforte / AFP

"Me gustaría ir a abrazarte, o bailar un tango", le dijo Roberto Benigni al papa Francisco. Foto: Filipo Monteforte / AFP

También lo animó a postular juntos. “Santidad, tengo una idea: presentémonos juntos para las próximas elecciones. Pongamos en la papeleta el nombre Jorge Mario Bergoglio, dicho Francisco y ganamos de inmediato”, expresó con un tono alegre. La aparición de Benigni en la misa generó mucho interés y curiosidad entre los presentes, por lo que logró quitarle por un momento el protagonismo al papa, durante la casi media hora que duró su monólogo.

¿De qué se trató el monólogo de Roberto Benigni?

Durante su monólogo, lleno de su característico entusiasmo y humor, se dirigió principalmente a los niños, a quienes invitó a no dejar de soñar. “Hay que soñar siempre, nunca deteneros”, expresó.

 Roberto Benigni se dirigió principalmente a los niños, a quienes invitó a no dejar de soñar. Foto: Filipo Monteforte / AFP

Roberto Benigni se dirigió principalmente a los niños, a quienes invitó a no dejar de soñar. Foto: Filipo Monteforte / AFP

“Son nuestro futuro, la alegría del mañana, algo maravilloso. Quizá entre nosotros esté el nuevo Miguel Ángel, el nuevo Galileo, la nueva Rita Levi Montalcini. O quizá esté el nuevo papa, nunca se sabe. Esta es la ciudad del Señor, el reino de Dios, todo es posible, incluso que uno de vosotros se convierta en Papa, tal vez el primer africano o asiático de la historia, o del barrio de Testaccio, y una mujer, la primera mujer papa de la historia”, dijo con vehemencia.

En resumen, el monólogo de Roberto Benigni fue una mezcla de inspiración, humor y sabiduría, dirigida tanto a los niños como a los adultos presentes en la Plaza de San Pedro.