Condenan a un hombre a prisión por abusar de su cuñada durante más de 3 décadas
El maltrato fue sostenido y confirma la condena por delitos de agresión sexual, maltrato habitual, lesiones psíquicas y amenazas, señalan las autoridades de España.
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El Tribunal Supremo de España ha confirmado la condena de 23 años de prisión impuesta a un hombre que maltrató y abuso sexualmente su cuñada durante 35 años —desde que la víctima tenía 14—, a quien dejó embarazada en Cangas del Narcea (Asturias).
La Sala Penal, según informó el Alto Tribunal, ha desestimado el recurso de casación interpuesto por el condenado contra la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA), que confirmó la dictada por la Audiencia Provincial de Oviedo.
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En su resolución, señala que existió pruebas para condenar al acusado.
Por los delitos de agresión sexual, maltrato habitual, lesiones psíquicas y amenazas con las agravantes de género y parentesco, también fue condenado a pagar 72.000 euros a la víctima —32.000 por las lesiones y 40.000 por daño moral—.
Los hechos probados de la sentencia recogen que, tras casarse con la hermana de la víctima en 1980, el acusado se trasladó a vivir a casa de sus suegros, donde residía su cuñada, quien entonces tenía 9 años.
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Desde el inicio de la convivencia y de manera sostenida en el tiempo, llevó un control férreo sobre la menor, que se proyectaba sobre las facetas de su vida, provocando en ella una situación de miedo y tensión.
Según la sentencia, cuando la víctima tenía 12 años, el sujeto comenzó a realizarle tocamientos. Posteriormente, inició a mantener relaciones sexuales. La menor “decidió someterse a los deseos del acusado ante el temor que le inspiraba”.
Con 17 años, quedó embarazada del acusado. No obstante, ocultó el embarazo y el nombre del progenitor por miedo a su reacción.
En 2018, la víctima decidió denunciar los hechos después de que el acusado sufriera un aumento de episodios violentos. En estos, amenazaba con “liquidarla”.
Según Sala, la declaración de la víctima merece total credibilidad, ya que contestó a todas las preguntas de forma “persistente” y “detallada”.
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Asimismo, la resolución afirma que la sentencia concluyó que en su testimonio “transmitió con aflicción su miedo y horror al relatar los episodios vividos”.
