China desarrolla un arma hipersónica capaz de freír sistemas de telecomunicaciones en “10 segundos”
El equipo científico chino que elabora el arma, asegura que esta podría alcanzar objetivos a 3.000 kilómetros de distancia y puede evadir radares.
Un nuevo tipo de arma hipersónica ha sido propuesta por un equipo científico en China, especializado en cohetes. South China Morning Post, periódico que puso en portada esta noticia hoy domingo 26 de septiembre, escribió: “¿Derrotar a un ejército sin luchar y sin bajas? Es muy posible si se hace realidad el arma”.
El diseño está hecho para generar un intenso pulso electromagnético capaz de exterminar las líneas de comunicación y de suministro eléctrico. También se lee que podría alcanzar objetivos de hasta 3.000 kilómetros, esta es aproximadamente la distancia que existe entre la costa oriental de China y Guam. “Al volar a seis veces la velocidad del sonido, cubriría esta distancia en 25 minutos”, afirma.
De acuerdo al equipo de investigadores de la Academia China de Tecnología de Vehículos de Lanzamiento de Pekín, la diferencia con los misiles balísticos es que esta nueva arma evadiría los sistemas de alerta temprana que se basan en el espacio y, en simultáneo, utilizarían tecnología de sigilo activo a fin de no ser detectados por radares que están en tierra.
El ingeniero Sun Zheng y sus co-investigadores de la Academia China publicaron un artículo este mes en la revista nacional titulada Tactical Missile Technology en donde señalan que las enérgicas ondas electromagnéticas producidas, “provocarían la quema efectiva de los dispositivos electrónicos clave de la red de información del objetivo en un radio de 2 km” y al explotar sobre el objetivo, no habría vidas en riesgo.
Las primeras armas de pulso electromagnético (PEM) necesitaban de una cabeza nuclear para generar la energía del pulso, pero esta nueva arma PEM hipersónica utilizará explosivos químicos.
La explosión química comprimiría un imán cargado eléctricamente nombrado: “generador de compresión de flujo”. Este convertiría la energía de choque en ráfagas cortas, pero extremadamente potentes de microondas.
Una bomba de pulso electromagnético de gran altitud no nuclear es pesada y también voluminosa, puesto que requiere llevar una gran cantidad de baterías para guardar la electricidad necesaria para desatar la explosión. Este tipo de bomba suele lanzarse desde un avión.
Sun y sus co-investigadores aseguran que una de las principales ventajas de su nueva arma es que el enemigo no sabría que está en camino: “Cuando un objeto viaja por el aire a hipervelocidad, las moléculas de aire se ionizan por el calor y forman una fina capa de plasma sobre la superficie del objeto. La capa de plasma puede absorber las señales de radar, pero no todas”.
Para lograr un camuflaje total, el arma diseñada por el equipo de Sun convertiría el calor ambiental (normalmente a temperaturas superiores a los 1.000 grados centígrados) en electricidad, y utilizaría esa electricidad para alimentar numerosos generadores de plasma situados en distintas zonas del cuerpo del misil, así lo explica el periodista del SCMP Stephen Chen.
“Puede liberar el 95% de la energía en sólo 10 segundos, lo que permite una descarga instantánea para causar daños por pulso electromagnético”, escribió el equipo. “El arma de pulso electromagnético de sigilo activo basada en la regeneración de energía se ajusta a la tendencia actual de desarrollo de la guerra rápida, la confrontación fuerte y el daño de la información en todas las dimensiones”, afirmaron.