Islas Canarias: más de 300 residencias arrasadas por lava ardiente

El desastre provocado por terremotos y huracanes puede ser remediado casi de inmediato, pero cuando una lengua de lava arrasa el barrio no solo se desintegran las viviendas y edificios públicos (ya afectados por los sismos que advierten la erupción volcánica) también transforman casi por completo el paisaje, y la zona afectada tarda varias décadas en enfriarse hasta permitir algún tipo de vida en su superficie. Los damnificados pierden todo lo que no pudieron retirar de sus viviendas y se convierten en desplazados de su propio terruño.

Hace exactamente medio siglo, en 1971, la misma isla La Palma, una de las más “jóvenes” del archipiélago de las Canarias, fue afectada por la erupción del volcán Teneguia. La diferencia es que en 1971 la noticia casi ni se leyó por las limitaciones propias de los medios de comunicación y la inexistencia de internet. Pero por sobre todo porque la isla estaba casi deshabitada y no hubo tantos daños materiales que lamentar.

Hoy en día, desde que se sintieron los primeros temblores anunciando la erupción el pasado 11 de setiembre (tenía que ser el 11-S), el mundo asiste en vivo y en directo a escenas apocalípticas y ya se cuentan casi 400 viviendas y edificios públicos arrasados por una lengua de lava que alcanza hasta 12 metros de alto y avanza a 50 metros por día como si se tratara de una horrorosa serpiente de lodo y fuego que se va tragando el paisaje.

Justo ayer, miércoles, los vulcanólogos dieron otra mala noticia: la erupción podría durar hasta fin de año y los daños acabarán cuando esa lengua de lava se hunda en el mar provocando un gigantesco hervidero y la creación de nuevas playas de tierra volcánica. Este nuevo volcán surgido en las entrañas de la isla La Palma aún no tiene nombre, pero promete convertirse en la erupción más prolongada registrada en la isla, superando, incluso, a la del volcán Tehuya, que en 1585 también cambió el paisaje de la isla La Palma.

Como se sabe, las islas Canarias son el balneario favorito para turistas alemanes, suecos y británicos que huyen de sus prolongados inviernos. Tanto así que pese a tratarse de una comunidad autónoma española, muchas calles en Tenerife y otras urbes de las islas Canarias son nombradas como “straße”. Las cifras mandan: de los 10 millones de turistas que cada año visitan las Canarias, tres millones proceden de Alemania. Tanto así que apenas circuló la noticia de la erupción en la isla La Palma, en toda Alemania la frase más buscada en Google fue “vulkanusbruch kanaren” (“erupción volcánica en Canarias”).

Pero es precisamente el turismo de masas el que está provocando todo este desastre en el archipiélago. Poco antes de la pandemia, en el 2019, el jefe del Servicio de Protección Civil del Gobierno de Canarias, Florencio López, advertía que el cambio climático y el descontrol urbanístico están agravando la situación en las islas Canarias.

Hace medio siglo, cuando erupcionó el Teneguia, la isla La Palma solo contaba con una caleta de pescadores. Hoy en día se cuentan por miles las residencias de playa y los alojamientos turísticos construidos “con vista al mar y al volcán”.

Y el problema no queda en el archipiélago.

Para hoy jueves o, a más tardar, para mañana viernes, se esperan las primeras nubes de dióxido de azufre en la península Ibérica, pero con una concentración mucho menor que en el archipiélago, según el modelo de monitorización atmosférica del sistema de satélites Copernicus de la Unión Europea.

Datos

Otra erupción. El 2011 se produjo la erupción de un volcán submarino frente a las costas de la isla El Hierro, también en las islas Canarias.

Damnificados. Las autoridades españolas prometieron viviendas para más de 85 familias.

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