Argentina: denuncian a familia que se llevó cadáver de la morgue para poder velarlo
Ante la negativa de entregar el cuerpo hasta tener los resultados de la prueba de la COVID-19, los familiares decidieron llevárselo por la fuerza.
Autoridades de la ciudad salteña de Tartagal, Argentina, informaron sobre el robo de un cuerpo de la morgue judicial que fue retirado por la propia familia del difunto sin autorización.
De acuerdo a El Tribuno, Ramón Inocencio Juárez, de 69 años, fue trasladado el fin de semana a un hospital ubicado en la provincia argentina de Salta; sin embargo, al poco tiempo falleció y sus restos fueron derivados al depósito de cadáveres.
Los forenses explicaron a los deudos que, ante la situación que se vive en mundo, se debía verificar si el fallecimiento se había producido por la COVID-19, ya que el hombre había dejado de existir después de sufrir un paro respiratorio.
No obstante, los familiares se mostraron en desacuerdo con la retención del cuerpo y decidieron llevárselo hasta con la camilla que lo sostenía, tal como se apreció en las imágenes.
Una de las hijas del fallecido, visiblemente conmocionada, contó al medio digital La Cruda NN: “Solo cinco minutos queremos velar a mi padre. No entiendo desde cuándo es un crimen llorar a nuestros muertos”.
Asimismo, otra de las hijas del occiso expresó entre lágrimas: “Tuvimos que entrar como delincuentes a sacar el cuerpo de mi papá porque nos amenazaron con que lo iban a quemar. Lo tuvimos que subir a la camioneta en la camilla del hospital porque antes le rogué al médico, como hija, que me deje despedirme y no quiso”.
“La asistente social nos vino a explicar que no nos daban el cuerpo porque mi papá tenía la COVID-19 y eso no es verdad porque él tenía una arritmia, el jueves lo internaron, al otro día le dieron el alta. Pero volvió a ser trasladado al hospital por un preinfarto”, detalló la hija.
“Lo llevaron a internar, le pusieron oxígeno y después murió. Salieron a decirnos que era coronavirus y nada que ver, mi papá murió por un infarto porque hace años que tiene problemas del corazón”, agregó.
Además, la familia denunció que el hospital no les entregó el certificado de defunción y por eso no podían “velarlo como se debe, como él se lo merece después de trabajar toda la vida”.
“Lo hemos traído en una bolsa y no podemos tener el cajón porque no nos dan el certificado de defunción. Él no ha muerto de COVID-19, su mamá de 90 años está esperando despedirse. Ella estuvo siempre con él y no está enferma. Murió a los 69 años mi papá y no tiene un cajón como merece cualquier persona”, finalizó.