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Día de la Independencia en Argentina: ¿qué pasó el 9 de julio de 1816?

En el Día de la Independencia de Argentina, rememora los hechos más importantes del 9 de julio de 1816, fecha en que se declaró por fin la emancipación de ese pueblo.

El 9 de julio de 1816 se firmó la Declaración de Independencia de la Argentina. Desde entonces se ha celebrado esta fecha como aniversario patrio. Por tal motivo, este jueves se conmemoran 204 años de emancipación tras dejar atrás el gobierno español.

El proceso independentista en Argentina duró aproximadamente seis años. Esta etapa comenzó con la revolución del 25 de mayo de 1810. Desde entonces, las discusiones sobre la posible soberanía del pueblo argentino tomaron relevancia.

¿Qué pasó el 9 de julio de 1816?

El acta se firmó en la recordada Casa Histórica de San Miguel de Tucumán, edificio que hoy es un Monumento Histórico Nacional uno de los museos más importantes de Argentina. En este lugar se reunieron las delegaciones de las Provincias Unidas del Río de la Plata.

La firma del documento por parte del Congreso de Tucumán se festejaría el miércoles 10 de julio de 1816, pero las fiestas se adelantaron y comenzaron el mismo martes 9. Es una de las celebraciones más recordadas del país.

¿Cómo se gestó la independencia de Argentina?

Dos sectores tomaron protagonismo en las decisiones sobre el nuevo rumbo de las instituciones del nuevo Estado argentino. Ello daría fruto al debate sobre cómo podría desarrollarse el proceso de independencia y qué imagen se proyectaría al extranjero.

Por un lado, Mariano Moreno impulsaba un cambio riguroso en la administración del Estado y la economía, lo que fue catalogado como una revolución. Por su parte, Cornelio Saavedra planteaba reformas menos aceleradas.

El Congreso optó por dar muestra de mesura. Tras haber aprobado la emancipación del país, se reunió diez días después para añadir la frase “de toda dominación extranjera”. Con ello se intentaría dejar en claro que países europeos como Portugal o Inglaterra no tuvieran injerencia en este proceso de cambio.

Asimismo, se agregó un documento con la frase “fin de la Revolución, principio del Orden”, para reafirmar el deseo de reconstruir el Estado sin recurrir a cambios radicales. Esto debido a que, tras la caída de Napoleón, los países europeos miraban con disgusto todo acto revolucionario, explica Clarín.