Descubren que el ser humano tiene su origen en cuatro lugares diferentes
Los investigadores examinaron los restos de cuatro niños y lograron rastrear nuestro complicado origen hasta hace 300 000 años. Uno de estos linajes es una población ‘fantasma’.
Un equipo internacional de investigadores ha logrado identificar cuatro linajes ancestrales de África que vivieron hace entre 200 000 y 300 000 años, y permitieron el origen de la humanidad. Esto fue conseguido después de reconstruir el genoma antiguo completo de cuatro niños que fueron hallados en el yacimiento de Shum Laka, Camerún.
El estudio, dirigido por científicos de la Escuela de Medicina de Harvard y publicado el último miércoles en la revista científica Nature, contradice una investigación reciente que concluyó que el hombre tuvo su origen en un solo lugar del continente africano.
Los científicos obtuvieron los datos genéticos de los niños, que datan de hace entre 8000 y 3000 años, a partir de muestras de huesos petrosos (del oído interno).
Excavación de Shum Laka, en Camerún. Foto: Pierre de Maret.
Un linaje fantasma
Al comparar el ADN de los fósiles con los grupos poblacionales africanos tanto antiguos como actuales, los investigadores concluyeron que el origen del ser humano estuvo precedido por la existencia de al menos cuatro grandes linajes humanos ancestrales, los cuáles se habrían separado hace entre 250 000 y 200 000 años.
Estos grupos están conformados por los ancestros de los actuales cazadores recolectores de Sudáfrica (khoisan, antes llamados bosquimanos); los de los pigmeos del África central; los de los africanos del este y el resto de humanos modernos; y un cuarto grupo previamente desconocido que contribuyó con una pequeña parte de la ascendencia tanto a los africanos del oeste como a los del este.
“Es una población ‘fantasma’ que podría haber estado en la zona del Sahel, pero no se ha hallado ningún individuo ni vivo ni en el pasado que pertenezca a ella”, explica a ABC el investigador Carles Lalueza-Fox, investigador del Instituto de Biología Evolutiva (CSIC-Universidad Pompeu Fabra).
Uno de los linajes ancestrales corresponden a los pigmeos de África central. Foto: Salomé/Survival.
Nuestro complejo origen
El anterior estudio, también publicado en Nature, generó gran controversia debido a que, basándose en el ADN mitocondrial (en que se hereda por línea materna), situaron un único origen del ser humano en el delta de Okavango, en el sur de África (precisamente al sur del río Zambezi, en el norte de Botsuana). Según los autores, la humanidad vivió en allí su ‘edén’ durante 70 000 años, antes de que el clima cambiara y nos obligue a migrar hacia otras regiones.
“Es una visión muy simplista, casi de Adán y Eva. Las personas estamos preparadas para entender mensajes sencillos, pero la realidad es mucho más compleja”, indica Lalueza-Fox.
Asimismo, el estudio ubicó en uno de los individuos la rama más antigua del cromosoma Y (presente solo en el sexo masculino), entre 200 000 y 300 000 años. “En la actualidad, este linaje solo se encuentra en Camerún”, destaca Iñigo Olalde, investigador del Instituto de Biología Evolutiva.
“Tiene gracia, porque si el linaje masculino más antiguo estaba en Camerún y el linaje femenino en Botsuana (separados por más de 3500 km), ¡difícilmente se habrían encontrado”, ironiza Lalueza-Fox, comparando los resultados de este con la anterior investigación.