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Presidente de Irak renuncia para evitar más muertes en protestas

Las movilizaciones iniciadas en octubre contra la corrupción ha dejado como saldo más de 500 muertes hasta la fecha.

El presidente de Irak, Barham Saleh, renunció a la presidencia de su país luego de rechazar al candidato a primer ministro presentado por la coalición Al Biná, Asad al Eidani, y puso su cargo a disposición del parlamento.

“Pongo mi cargo en manos de los miembros del Consejo de Diputados para que decidan a la luz de sus responsabilidades como representantes del pueblo lo que vean oportuno”, dijo en una carta dirigida al legislativo.

Saleh argumentó que su decisión fue con la intención de “acabar con el derramamiento de sangre y proteger la paz” en el país. Irak vive un contexto de violentas protestas desde el pasado 1 de octubre en contra de la corrupción y el desempleo; hasta el momento se han contabilizado más de 500 muertes.

La población lleva más de dos meses en las calles exigiendo una mejor calidad de vida. El gobierno prometió realizar cambios drásticos para cubrir las necesidades básicas que hasta ahora la población sigue sin agua potable ni electricidad. Asimismo, la población también pide reformas económicas.

Sin embargo, la crisis política se agudizó luego que el presidente dimisionario se negara a aceptar la postulación a primer ministro de Asad al Eidani. La población movilizada está en contra de la candidatura de Eidani por su cercanía con Irán; dentro de sus pedidos está la elección de un primer ministro independiente.