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Bolivia: OEA expresa preocupación por posible ‘anforazo’

Denuncian fraude. Protestas en La Paz y otras ciudades estallaron tras el giro drástico de resultados preliminares de las elecciones presidenciales, que ayer daban con el 98% escrutado la victoria a Evo Morales contra Carlos Mesa en primera vuelta, cuando el domingo el recuento del órgano electoral apuntaba a una segunda vuelta.

Agencias

La misión de veedores de la OEA expresó ayer su desconcierto por el cambio en la tendencia de los resultados electorales que están a punto de dar por vencedor en primera vuelta al presidente Evo Morales, que busca su cuarto mandato hasta 2025.

“La Misión de la OEA manifiesta su profunda preocupación y sorpresa por el cambio drástico y difícil de justificar en la tendencia de los resultados preliminares conocidos tras el cierre de las urnas” el domingo, y que estaban orientados hacia una segunda vuelta entre Morales y el opositor Carlos Mesa, dijo el organismo en un comunicado.

Cuando el sistema de conteo rápido TREP fue detenido por el tribunal electoral (TSE) la noche del domingo, “las cifras indicaban claramente una segunda vuelta, tendencia que coincidía con el único conteo rápido autorizado y con el ejercicio estadístico de la Misión”, señaló el comunicado.

Ayer, "24 horas después, el TSE presentó datos con un cambio inexplicable de tendencia que modifica drásticamente el destino de la elección y genera pérdida de confianza en el proceso electoral", agregó.

En tanto, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, tuiteó: “Respaldamos el trabajo de la Misión de Observación Electoral de @OEA_Oficial en Bolivia. El pueblo boliviano es el soberano y respetar su voluntad es imprescindible en democracia #OEAenBolivia”.

El recuento rápido de actas (TREP), reanudado al finalizar la tarde del lunes, daba a Morales un 46,87% y al opositor Carlos Mesa el 36,73% con 95,30% de actas verificadas, otorgando al presidente izquierdista 10,14 puntos de ventaja, suficientes para evitar un balotaje.

Según la Constitución boliviana, el ganador en primera vuelta debe obtener el 50% más uno de los votos válidos o al menos 40% de los sufragios con una ventaja de 10 puntos sobre el segundo.

Elección cuestionada

Enterado de la maniobra, el expresidente Mesa, candidato opositor, anunció que desconocería los resultados y lanzó las denuncias de fraude.

“No vamos a reconocer esos resultados que son parte de un fraude consumado de manera vergonzosa y que está colocando a la sociedad boliviana en una situación de tensión innecesaria”, declaró Mesa el lunes en la noche a medios bolivianos.

Mesa, quien gobernó entre 2003 y 2005, había denunciado ante los veedores de la OEA que el ente electoral “interrumpió arbitrariamente” el conteo y siguió manifestando su confianza de que habría segunda vuelta.

Reacción violenta

Tras el vuelco repentino en el escrutinio y la denuncia opositora, miles de personas manifestaron en cinco de las nueve regiones de Bolivia, según imágenes de la televisión local. El incidente más grave registró la quema de un recinto electoral en Sucre (sureste). Ahí, una turba enardecida incendió el frontis de la sede del tribunal electoral de la capital boliviana en medio de gritos de “¡fraude!”, haciendo retroceder a la policía antimotines.

Otra gran aglomeración ocurrió en el hotel Real Plaza de La Paz, donde arribaron seguidores del Movimiento al Socialismo (MAS) y del opositor Comunidad Ciudadana (CC). Ante la posibilidad de un enfrentamiento entre ambas agrupaciones y el intento de invadir el edificio, las fuerzas de seguridad lanzaron gases lacrimógenos.

En esos incidentes resultó herido en la cabeza Waldo Albarracín, rector de la Universidad Mayor de San Andrés y representante de la oposición. Albarracín es titular del Comité Nacional de Defensa de la Democracia (Conade), que más temprano había llamado a la “resistencia civil” para evitar un fraude electoral.

En la vigilia convocada frente al centro de cómputos de Cochabamba, manifestantes llegaron con piedras y palos e intentaron ingresar al recinto. Ante las corridas, la Policía los dispersó con gases lacrimógenos.

En la marcha de Oruro también hubo gases lacrimógenos. Mientras en Potosí, los manifestantes quebraron un cerco policial, hirieron a algunos agentes y alcanzaron las inmediaciones del Tribunal Electoral local.

Tanto en Potosí como en Cochabamba se anunció un cuarto intermedio en el recuento debido a los incidentes.

Por su parte, el ministro de Gobierno (Interior) de Bolivia, Carlos Romero, aseguró que “habrá una responsabilidad política” para aquellos que “quieran llevar al país a un estado de confrontación”.

“Nos llama la atención el hecho de que algunos líderes estén convocando a la violencia, especialmente el candidato Carlos Mesa”, apuntó el vocero del gobierno.

Responderán con violencia a la violencia

● El ministro Carlos Romero aseguró que “el que convoca a la violencia se hará cargo de la violencia” en una rueda de prensa en Santa Cruz. Luego defendió la “independencia funcional” del órgano electoral y recordó que este tiene competencias para “pedir resguardo de la Policía” a la hora de “cuidar los votos a través de los que se han expresado los bolivianos”.

● “Nadie tiene derecho a finalizar ese proceso. Si alguien se excede y no mide las consecuencias es su responsabilidad”, dijo.

Actas en Bolivia

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