El hartazgo y el dolor de las mexicanas por la alarmante violencia de género
Según el Mapa de Feminicidios, 2.551 mujeres fueron asesinadas entre enero y julio de este año. Por ello, activistas feministas y familias de las víctimas continúan exigiendo medidas para frenar la violencia de género.
El reciente hallazgo de los cuerpos de menores de edad en bolsas, jóvenes descuartizadas, desapariciones y las crudas cifras de feminicidio en México han enardecido a miles de mujeres. En diferentes puntos del país azteca continúan las protestas y las ocupaciones de sedes de Derechos Humanos.
La toma de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), convertida ahora en Refugio Ni una menos, es solo el cobro de una mínima parte del dolor y daño histórico que llevan las familias mexicanas.
“Cuando piensas que ya escuchaste un caso de la chingada, escuchas otro peor. Yo no puedo quedarme con los brazos cruzados y decir ‘qué feo’. Para mí no hay otra opción más que esta”, declaró a Efe una de las activistas feministas que participa de la ocupación de la CNDH.
ocupación feministas en México
Feminicidios en México
De acuerdo a cifras oficiales, se cometieron 645 feminicidios entre enero y agosto. Sin embargo, según la data que maneja María Salguero, creadora del Mapa de Feminicidios en México, 2.551 mujeres fueron asesinadas entre enero y julio de este año.
Estas cifras alarmantes de violencia de género y el hartazgo ante la desidia de las autoridades mexicanas por frenar esta problemática ha llevado a que colectivos feministas se unan para hacer valer los derechos de las mujeres.
Espiral de violencia no cesa
Ya en la década de 1990, investigadoras y activistas feministas expusieron la magnitud de la violencia de género enquistada en México luego de los asesinatos de mujeres jóvenes en la Ciudad de Juárez.
En ese entonces, se hablaba de la pasividad de las autoridades mexicanas y, desde aquellos años, la violencia no ha hecho más que crecer.
La violencia sistemática perpetrada por el mismo Estado se debería, según la antropóloga Marta Lamas, al neoliberalismo y la desatención de los operadores de justicia.
“Las autoridades no son responsables de feminicidios, pero sí son responsables de la manera en que se mal investigan, de la indolencia del personal o de la incompetencia de muchos funcionarios. Esa situación que ha ido ‘in crescendo’ ha llevado a una explosión de rabia legítima, furia y hartazgo”, puntualiza.