Cinco estaciones de servicio recibieron US$ 500 mil de empresa estatal a cambio de un margen de las utilidades que se generen en los seis años de contrato, pero no pagaron ni la mitad de los S/. 7,8 millones invertidos.Deudores, Christian Ninahuanca Los cuestionamientos del sector empresarial por la frustrada compra de los activos de Repsol (refinería La Pampilla, cadena de grifos y envasadora de gas) por Petroperú apuntaron a que la petrolera estatal no podía participar en actividades que el sector privado lo puede hacer, además que sería una pérdida de dinero que podría utilizarse para invertir en salud y educación. Pero los empresarios no objetan a Petroperú cuando decide transferir recursos a compañías dueñas de grifos, como sucedió en el 2006 con la presidencia de César Gutiérrez (en el gobierno de Alan García ) y que patean el tablero y no cumplen los compromisos de pago con la petrolera estatal. Pues de la contribución desembolsada por Petroperú de S/. 7.800.000 a cinco empresas, solo tres realizaron parcialmente los pagos a favor de la empresa estatal, abonando S/. 3.357.000, lo que representa el 43,04% del monto total. Todo empezó el 3 de noviembre del 2006, cuando mediante el Acuerdo de Directorio Nº 134-2006-PP se autorizó a Petroperú a ejecutar un plan de desarrollo del mercado de gas natural vehicular (GNV), poniéndose como meta la instalación de 10 grifos en Lima, para lo cual Petroperú transferiría US$ 500 mil a cada compañía para que instale una estación de servicio de GNV. CONTRATO DE ASOCIACIÓN Esto se daría en el marco de un contrato de asociación en participación (por 6 años), donde se establecía que a cambio de su contribución monetaria, Petroperú recibiría adelantos mensuales por su participación en las utilidades del negocio, equivalentes al 26% del margen operativo. No era un préstamo, sino una inversión en la que Petroperú obtendría ganancias y los pagos de adelanto no serían devoluciones, sino una contraprestación por el dinero entregado, pues al final de los 6 años la empresa asociante devolvería el monto de la contribución hecha por la empresa estatal. El primer contrato suscrito por Petroperú fue con el Grupo VCC E.I.R.L. el 30 de octubre del 2007, entregándole S/. 1?600.000 para instalar una estación de servicio de GNV en la avenida Las Torres Nº 497 en Ate, que inició operaciones el 1° de mayo del 2008. Esta empresa abonó los adelantos correspondientes a 2008 y 2009 (S/. 1.080.000) y hasta marzo del 2010 (S/. 126.000), cuando decidió unilateralmente resolver el contrato con Petroperú. Para este caso la petrolera estatal evalúa abrir un proceso arbitral y que restituya los adelantos dejados de pagar. El segundo contrato fue firmado el 30 de noviembre del 2007 con la empresa Livomarket S.A., a la cual se le abonó S/. 1.500.000 con el fin de que implemente una estación de GNV en el cruce de la avenida Argentina y el jirón Rodolfo Beltrán en el Cercado de Lima, empezando a operar el 25 de noviembre del 2009. El tercer contrato suscrito por Petroperú fue con G&K Inversiones S.R.L. el 28 de diciembre del 2007, dándole S/. 1.600.000 para la instalación de un grifo de GNV en el cruce de las avenidas Ejército y Brasil, en Magdalena del Mar, que inició sus operaciones el 18 de octubre del 2008. Tanto Livomarket como G&K Inversiones S.R.L. no realizaron ni un solo pago de adelanto a Petroperú, por lo que se comunicó a Cofide proceder con la ejecución de los bienes de los fideicomisos. Pero ambas se negaron a devolver los bienes a Cofide, por lo que ya hay acciones legales para asegurar la recuperación de la contribución, de S/. 1.500.000 para Livomarket y de S/. 1.600.000 para G&K Inversiones S.R.L. Además, se apelará a un arbitraje para exigir el pago de los adelantos correspondientes, S/. 462.000 de G&K, y S/. 88.226 de Livomarket, más los intereses generados hasta la fecha. EL CONTRATO CON SIROCO Un cuarto contrato se suscribió el 3 de enero del 2008 con la compañía Siroco Holdings SAC, a la cual se le entregó S/. 1.500.000 para instalar un grifo de GNV en la avenida Argentina Nº 898 en el Cercado de Lima, que empezó a operar el 5 de agosto del 2008. Esta empresa tiene el contrato vigente con Petroperú pero está atrasado en los pagos adelantados, los cuales sí cumplió en 2008 y 2009 (S/. 1.159.000), así como en el 2010 (S/. 671.000). El cálculo de los retrasos de las obligaciones monetarias de Siroco Holdings con Petroperú lo determinará Cofide, pero de todos modos le queda pendiente la devolución de la contribución de S/. 1.500.000 que le otorgó la empresa estatal. Un quinto contrato firmado por Petroperú fue con Comercial Industrial Lurín Gas S.R.L. (Cilugas) el 14 de enero del 2008, entregándosele S/. 1.600.000 para que se implemente una estación de GNV en el kilómetro 40 de la antigua Panamericana Sur en Lurín, que comenzó sus operaciones el 4 de febrero del 2009. Cilugas abonó los pagos de adelanto en el 2009 (S/. 119.000) y 2010 (S/. 151.000), pero unilateralmente resolvió el contrato con la empresa estatal en setiembre del 2010 por que solicitó que se le devolviera estos depósitos, aduciendo pérdidas en el negocio. Esta empresa insiste en que se les devuelva los pagos adelantados acudiendo a un proceso arbitral, pero Petroperú está viendo la conveniencia de resolver el contrato y solicitar la devolución de la contribución que aportó. Según un informe situacional del mercado del GNV, este modelo de negocio presentó deficiencias por una gestión inconveniente de los proyectos y una inadecuada redacción de los contratos (omisiones e imprecisiones). CÉSAR GUTIÉRREZ RECHAZA TENER RESPONSABILIDAD El ex presidente de Petroperú César Gutiérrez confirmó que en su gestión se instalaron grifos de GNV mediante asociaciones público-privadas para los cuales la estatal aportó dinero que tenía que ser devuelto. Agregó que no es responsable por los malos manejos que pudieran haberse dado después y dijo que debe ser explicado por quienes dirigieron luego Petroperú. Sin embargo, un informe sobre estas estaciones de servicio indica que la administración de César Gutiérrez (entre agosto del 2006 y octubre del 2008, en pleno gobierno aprista) no realizó estudios de factibilidad económica para cada proyecto ni solicitó un criterio de ubicación estratégica de los grifos de GNV. Tampoco exigió que el asociante tenga la propiedad del terreno libre de hipotecas y no se hizo una correcta selección y evaluación de los inversionistas. EN CIFRAS 43% de lo invertido por Petroperú se recuperó con los pagos adelantados. 26% del margen operativo eran las ganancias mensuales de Petroperú como parte del acuerdo de asociación.