Por Humberto Campodónico Escribe: Gonzalo García Núñez, columnista invitado Gerard de Bernis no está más. Falleció la noche de Navidad. “Ha partido uno de los más importantes economistas mundiales”, dice, entristecido, Theotonio Dos Santos en su blog magisterial. Profesor principal de la Universidad de Grenoble, director del Instituto de Ciencias Económicas y Matemáticas Aplicadas, conferencista insigne, consultor económico y difusor de ideas sobre el desarrollo que han hecho carne en China, India Brasil, Vietnam, Argelia y África subsahariana, Bernis fue el inspirador de la planetaria red PEKEA (economía-ética) y autor en colectivo de las principales ideas sobre Crisis y Regulación, en dos tomos, firmados por el GREC-Grenoble. Amigo entrañable de América Latina, Bernis –así llamado cariñosamente por sus colegas y amigos– fue Profesor Honoris Causa de nuestra Universidad Nacional de Ingeniería, maestro de la UNAM y el Colegio de México. También cofundador de la ARCIS chilena; fundador de la Red Eurolatinoamericana sobre Desarrollo Celso Furtado, en homenaje al recordado maestro del sertao nordestino. Deja una copiosa obra recogida por B. Gerbier, miembro de la renombrada escuela grenoblense de la Regulación, que dirigió en conexión con otros economistas mundiales. (Regulation Theory and the crisis of capitalism, University of Lancaster,1997) ¡Cómo no evocar el monumental libro sobre las Relaciones Económicas Internacionales en la edición Dalloz de un buen millar de páginas! Allí se descubre su método analítico. Era holístico. Primero, la gran mirada (cadrage) histórica. Recorre los vericuetos del pensamiento económico, describe las ideas nodales de los clásicos –Smith, Ricardo, Marx- Marshall, las variantes neoclásicas, walrasianas, el equilibrio general, Schumpeter, Perroux, las tesis keynesianas y post marxistas, estructuralistas y regulacionistas. Después hace la diacronía de las categorías económicas, la formulación de modelos sustentados en un conciso instrumental cuantitativo, la “historia razonada”. Tercio, contraste con la realidad, la discusión de estos conceptos en seminario académico, su peleado Curso de Crecimiento y Fluctuaciones. Un policopiado de varios tomos esperaba al tesista. Una guía de discusión para el debate económico al que no escapaba la posibilidad de un cotejo in vivo con profesores de Cambridge, Harvard Bussiness, suerte de skype económico avant la lettre. Bernis inquirió tempranamente sobre ¿qué industrias industrializan? Respondió o con un texto ancilar sobre las “industrias industrializantes” y la necesidad de una política de integración regional. Explicó cuáles eran las industrias motrices, las “máquinas que hacen máquinas”, los circuitos productivos capaces de autorreproducirse sobre una base tecnológica ampliada y articularse en clusters (Fernando Faynzilber, MIT de Porter). Por sobre todo, Gerard fue un gran señor. Fina cortesía, académico brillante de implacable rigor lógico, amable polemista, reconocía adversarios pero no enemigos. Quiso mucho al Perú. Recibió a tesistas y estudiantes peregrinos a los que, atento, pedía noticias. Internacionalista, embajador del talento de Francia, fue joven Presidente de la Federación de Estudiantes. Consecuente luchador anticolonialista, activista y amigo de los trabajadores fue un fiero deconstructor del eurocentrismo. Conservemos su memoria y hagamos vivir su pensamiento, nos impele Rolande Borrelly al hacernos partícipes del viaje sin retorno de Gerard.