PBI crece 2,67% en mayo, pero minería y conflictos le quitan ritmo a la economía
La producción nacional hiló 14 meses en azul, pero sectores como minería, pesca y telecomunicaciones restaron casi un punto al crecimiento. El BCRP recortó su estimado para julio tras los bloqueos en el sur y experto advierte que el país sigue atrapado en un crecimiento que no se siente.
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La economía peruana creció 2,67% en mayo de 2025 respecto al mismo mes del año anterior, sumando así 14 meses consecutivos de expansión, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). Sin embargo, el resultado revela una desaceleración respecto a los meses previos, como marzo (4,67%) y enero (4,26%). Solo abril, con un avance de 1,4%, fue más bajo en lo que va del año.
Este freno se explica principalmente por el retroceso de tres sectores clave: minería e hidrocarburos (-6,92%), pesca (-4,55%) y telecomunicaciones y otros servicios de información (-2,18%), que restaron conjuntamente cerca de un punto porcentual al crecimiento global.
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Según el INEI, entre enero y mayo la economía acumula un alza de 3,13%, y en el periodo anualizado (junio 2024 - mayo 2025), el crecimiento fue de 3,40%.
¿Qué pasó con el PBI?
El caso de la minería es particularmente determinante. Con una participación del 14,36% en la estructura del PBI, esta actividad volvió a ser un lastre. La caída de casi 7% en mayo se debió a la menor producción de hierro (-62,8%), molibdeno (-24,1%), cobre (-5%) y oro (-4,7%), afectada por paralizaciones operativas y explotación en zonas de baja ley. Esta contracción restó por sí sola 0,83 puntos porcentuales al PBI mensual.
La tendencia negativa del sector ha comenzado a proyectarse hacia los meses siguientes. El 11 de julio, el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) ya había advertido que las protestas y bloqueos protagonizados por mineros en regiones como Arequipa y La Libertad impactarían en los resultados de julio, afectando también a actividades como agricultura, comercio, transporte y turismo.
Adrián Armas, gerente central de Estudios Económicos del BCRP, estimó una reducción de 0,2 puntos porcentuales en el crecimiento mensual, que originalmente se proyectaba por encima del 3%.
“Si no hubieran ocurrido esas interrupciones, el PBI de julio habría sido 0,2 puntos mayor”, indicó.
Aunque estos conflictos reflejan una economía expuesta a vulnerabilidades estructurales, el economista e investigador Armando Mendoza relativizó su efecto inmediato: “Estamos hablando de que, en lugar de crecer 3,1%, crecería 3,3%. No cambia sustancialmente el panorama”, afirmó en diálogo con La República.
Desde su perspectiva, lo preocupante es el estancamiento de fondo. Mendoza recuerda que la anterior gestión del Ministerio de Economía y Finanzas proyectaba un crecimiento de hasta 4%, mientras que la actual lo corrigió a 3,5%.
“Hay un reconocimiento, un consenso, de que una tasa de crecimiento entre 3% y 3,5% no es exactamente un periodo de auge económico”, señaló. “El Perú ya lleva varios años en esta suerte de suspensión donde sí se crece, pero no se siente en el bolsillo”.

Entre los factores que limitan ese crecimiento también figura el sector telecomunicaciones, que cayó 2,18% en mayo. La contracción se explica por el desplome de la telefonía fija (-22,13%), la móvil (-4,95%) y la reducción en los servicios de transmisión de datos (-2,92%). Aunque los servicios de internet y televisión por suscripción crecieron 3,9%, no lograron revertir la tendencia negativa.
“Ahí habría que preguntarse por el impacto que tiene la situación de Telefónica”, comenta Mendoza. “La telefonía fija está en declive desde hace tiempo, superada por la telefonía móvil y el streaming, pero el tema de la empresa —su quiebra, venta y reestructuración— puede estar profundizando la contracción del sector”.
También retrocedieron otras actividades vinculadas: la programación de televisión y radio (-6,3%), el desarrollo de software (-4,6%) y los servicios editoriales (-4,5%).
Por su parte, la pesca retrocedió 4,55%, principalmente por la menor captura de anchoveta en puertos clave como Malabrigo, Bayóvar y Chimbote. Aunque la pesca continental creció más de 66%, no fue suficiente para revertir la caída.
Mendoza recuerda que se trata de un sector sumamente volátil: “Puedes tener meses espectaculares por condiciones biológicas y luego colapsar por factores naturales. Es como sacarse la lotería: no depende de la gestión económica”, explicó.
El otro lado del PBI
Pese a los retrocesos, el crecimiento de mayo fue sostenido por otros sectores:
- Agropecuario (+9,26%): con alzas notables en frijol caupí (+899,9%), aceituna (+782%), cacao y palta, gracias al clima y una mayor superficie sembrada.
- Construcción (+6,04%): impulsada por el consumo de cemento y el avance de obras públicas del Gobierno Nacional.
- Transporte (+5,70%): con dinamismo en transporte aéreo (+8,89%) y fluvial (+17,04%).
- Comercio (+3,10%): gracias a campañas estacionales y ventas de vehículos.
- Alojamiento y restaurantes (+5,07%): beneficiados por el feriado largo de inicios de mes.
La ejecución pública, en particular, ha tenido un efecto visible en el desempeño económico. Para Mendoza, este impulso puede mantenerse en lo que resta del año, considerando el contexto preelectoral.
“A los gobiernos regionales y locales les interesa avanzar con el tema de obras rápidamente. En muchas localidades, el Estado —a través de la municipalidad o el gobierno regional— es el principal agente económico”, explicó.
Así, con 14 meses consecutivos de crecimiento, la economía peruana no está en recesión. Pero tampoco avanza hacia un entorno de bonanza.
“Incluso en el escenario más positivo, este no iba a ser un año de gran crecimiento”, concluyó Mendoza. “Estamos hablando de una economía que simplemente está ahí, operando. Y eso no se traduce en bienestar, ni en mejores empleos, ni en mayores ingresos para las personas”.






















