Fernando Cuadros: “Adelantar las elecciones al 2023, es el principal canal para salir de esta crisis”
El economista y exviceministro de Promoción del Empleo afirmó, en LR+ Economía, que la mejora de la economía y con ello la recuperación del empleo pasa por solucionar la crisis política y social, amparado en el cumplimiento de la agenda que demanda la mayoría de la población del país sustentada en elecciones adelantadas para este 2023.
Rumi Cevallos Flórez
Puedes ver la entrevista entrando a este link: Fernando Cuadros en LR+ Economía. (https://fb.watch/ih6b6g57OY/?mibextid=v7YzmG)
—La ministra de la Producción, Sandra Belaúnde, renunció luego de un mes en su cargo, en un momento donde otros ministros también renunciaron tras la desproporcionada respuesta de las fuerzas del orden en las protestas que tiene como saldo más de 50 muertos en el país. ¿Qué opinión sobre ello?
—Es una situación complicada en un contexto bastante complejo. Me parece que es lo correcto esta renuncia en la línea de lo que ha ocurrido con otros ministros como el de Trabajo, de la Mujer, entre otros, dado que el gobierno no está manejando la situación de la mejor manera posible. Hay más de 50 fallecidos producto de las protestas y de la intervención excesiva de las fuerzas del orden, ante el ejercicio de este derecho ciudadano. Creo que tenemos que ir en camino de asumir la realidad y analizar lo que pide la mayoría de la gente.
—Como economista, como exviceministro, ¿cuál es tu apreciación de esta coyuntura social y política que incide en la economía y con ello en la generación de empleo?
—La economía ya había venido recuperándose en el 2021 y el 2022 pospandemia, lo que había permitido recuperar el empleo que se había perdido en el 2022, sobre todo, e ir mejorando la calidad del empleo, reduciendo el subempleo, la informalidad laboral, incrementando el empleo formal y el empleo adecuado. Lamentablemente, contextos como estos van a terminar generando una desaceleración de la economía, y por ende, también disminuyendo, relativizando la recuperación del empleo, sobre todo del empleo de calidad, con buenos ingresos y derechos laborales.
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—¿Los pronunciamientos de la presidenta abonan a una mayor tranquilidad social, política, para ponerle paños fríos a los peruanos del interior del país que reclaman su renuncia?
—Creo que no, más bien se está exacerbando más a la gente, no se está tomando la agenda planteada que es bastante concreta y viable: una, el adelanto de elecciones generales para el año 2023. Ya los organismos electorales dijeron que se puede preparar la elección en un plazo de nueve meses, y en setiembre u octubre se podría llevar a cabo la elección en el país para el Ejecutivo y el Congreso. Esto habría que tomarlo en cuenta y además ir pensando en un referéndum, por lo menos que permita a los peruanos decidir si quieren o no una Asamblea Constituyente donde se revise la Constitución y se cambie lo que se tenga que cambiar. Eso es una discusión democrática, técnica y política a la vez.
—¿Tú sí crees que Puno no es el Perú?
—Claro que sí, Puno es parte de nuestro país, como lo son los pueblos del sur que son parte de nuestro país. Yo soy de Arequipa y por supuesto que soy peruano.
—Yo soy del Cusco.
—Bueno, somos del sur. Por supuesto que somos peruanos, así como los puneños y los arequipeños, y obviamente hay que escuchar a la población y el sur es una de las regiones más postergadas del país a lo largo de las últimas décadas y de los últimos siglos en realidad. No hay que hacer oídos sordos a sus pedidos.
—Según lo dicho por la presidenta, Dina Boluarte, y ratificado por el ministro de Economía, Álex Contreras, las pérdidas desde el inicio de las protestas en el país implican unos S/2.150 millones. ¿Esto incide en la economía y obviamente en el empleo?
—Sí efectivamente, y el ministro de Economía tiene razón porque la conflictividad incide en un menor crecimiento de la economía; no obstante, hay que legar a acuerdos. Y repito, mientras más rápido resolvamos las protestas y mientras más rápido dialoguemos y se pueda implementar la agenda planteada en estos puntos que he señalado inicialmente también más rápido vamos a retomar el crecimiento económico, como lo decía el ministro de Economía, y vamos a generar más empleo sobre todo de buena calidad, formal y de buenos ingresos. Pero tiene que haber equilibrio y de nada sirve resguardar la economía si no se resuelven los problemas sociales porque si no a la larga van a surgir estos problemas y la economía se va a paralizar.
—¿La salida a esta crisis está en la renuncia de la mandataria y un efectivo adelanto de elecciones, porque como sabemos parece que el Congreso la está haciendo larga, porque aprobaron que las elecciones sean el próximo año, es decir, el cambio del Ejecutivo y del Congreso sería el 28 de julio del 2024?
—Incluso se escuchan rumores de que quieren quedarse hasta el 2026. Allí el Congreso tiene que tomar conciencia de la realidad del país y adelantar las elecciones al 2023, creo que es el principal canal para salir de esta crisis. Elecciones en setiembre u octubre de este año, en principio, y la posibilidad de un referéndum que acompañe las elecciones donde los ciudadanos puedan elegir si quieren una asamblea constituyente o no. Eso es importante. Sobre la renuncia, pienso que el gobierno cometió excesos, ha tomado medidas desde un punto de vista totalitario, hasta dictatoriales, y considero que también podría caber la renuncia de la presidenta, que debería acompañar una renuncia de la mesa directiva del Congreso para que el presidente de una nueva mesa de consenso dirija el Ejecutivo hasta que se den las elecciones en el 2023. Esta sería la mejor salida a la crisis, bajaría los ánimos y la gente tomaría conciencia de que se logró avances relevantes para la democracia del país.
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—¿Como profesional, como exviceministro cómo viste la intervención de la Policía en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos?
—Me parece lamentable que se viole la autonomía universitaria. Lamentable también que, desde el rectorado de San Marcos, se haya pedido a la Policía intervenir en la universidad. Eso es inaudito. Hemos visto las imágenes ingresando con una tanqueta destruyendo la puerta de acceso, generando temor entre los estudiantes, los residentes y la gente que pacíficamente había llegado a protestar y que estaba siendo albergada en esta universidad y que diferencia con lo que ocurrió en la UNI (Universidad Nacional de Ingeniería), donde el rector de manera inteligente, abrió las puertas para los estudiantes de provincias, quienes no tuvieron ningún problema en la universidad y no se vio algún tipo de intervención porque desde el rectorado no se abrió la puerta de esta universidad al ingreso de la Policía. Es lamentable y condenable y es una medida autoritaria que atenta contra la democracia y los derechos fundamentales del país.
—La situación económica no es fácil para el país, ni tampoco para los países de la región, en un marco donde se observa recesión en Estados Unidos y Europa, y menor crecimiento económico en China, en un momento donde la OIT (Organización Internacional del Trabajo) señala que el empleo en Latinoamérica solo crecerá este año apenas 0,9%. ¿Qué opinión tienes de ello?
—Hay que decir que en el 2021 y 2022 se recuperó en forma importante el empleo en el país, se redujo el desempleo, mejoró el empleo adecuado y los ingresos promedio de la masa salarial. En algunos casos todavía estamos por debajo de los estándares del 2019, pero ya bastante cerca; no obstante, hay un contexto internacional negativo de recesión en la economía y contexto de conflictividad en el país que va a generar estancamiento económico, un menor crecimiento económico y por ende una menor recuperación del empleo. Yo coincido con la OIT y es probable que en el 2023 haya cierto estancamiento en la generación de empleo, sobre todo en el empleo de calidad, no solo en el Perú sino en muchos países de la región latinoamericana. El escenario no es el mejor, donde además tenemos inflación mundial, producto de la pandemia, de la recuperación económica, guerra etc. y que en el
Perú superó el 8% el año pasado, lo cual es un golpe para la gente que trabaja y que tiene menos ingresos, porque baja su poder de compra. Es un escenario bastante negativo y requerimos de mucho consenso político y social para salir adelante como país y como región, sin duda.
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—Los problemas subsisten: crisis social y política y junto a ella encarecimiento de precios de los principales alimentos, en un momento en el que también hay crisis en el empleo. ¿Qué hacer al respecto?
—Creo que hay que dialogar. Hay muchos temas pendientes en el país, se requiere de una reforma laboral, por ejemplo, que reequilibre las relaciones laborales.
—Pero esto lo tendría que ver el próximo Congreso porque ya no tenemos tiempo...
—Y que tenga una mayor legitimidad social también. Hay que recordar que el Congreso actual tiene más del 90% de desaprobación.
—Por eso la gente pide que se vayan
—Por eso, lo mejor es que se vayan lo antes posible y den espacio a un nuevo grupo de personas democráticas, que vayan en la línea de implementar este tipo de reformas, como la laboral, la tributaria, que también quedó pendiente con el ministro Pedro Francke, que lamentablemente fue bloqueada en el Congreso. Reformas en la salud, en las pensiones y un mayor incentivo a la inversión pública, inversión privada y mejorar la productividad de los trabajadores, mejorar la formalización laboral, fiscalización de la calidad en el empleo, la tributaria también, conjunto de políticas como la diversificación productiva, entre otras, que van a ir en la línea de superar estos problemas de forma sostenible en el Perú.
—¿Cuáles son las cinco primeras medidas que se deberían aplicar para incentivar la generación de empleo de calidad, empleo decente, como se apuesta desde la OIT?
—1) Fortalecer la Sunafil, la inspección laboral. Es importante darle mayor presupuesto, mayores recursos para que tenga más y mejores inspectores, más capacitados, lo cual permita reducir la informalidad, sobre todo en las empresas que tienen más de 10 trabajadores.
2) La reforma tributaria en el país para recaudar más y a su vez mejorar los servicios públicos como educación, salud, entre otros.
3) la reforma previsional, tenemos que ir a un sistema más justo, más equitativo, que se adecúe a la realidad del mercado de trabajo y que permita que la población pueda tener pensión cuando llegue a la edad de jubilación. Actualmente, solo un tercio de la población que trabaja está afiliado a un sistema previsional, lo que nos dice que en el futuro dos tercios van a estar fuera del sistema previsional. Entonces, eso es importante.
4) Políticas que mejoren la productividad, que implica mayor inversión en capacitación laboral, acceso a financiamiento más barato, nuevas tecnologías, entre otras medidas que van a ir en esta línea.
5) Diversificación productiva importante en el país, sobre todo en actividades intensivas en mano de obra, donde tenemos una ventaja comparativa a
nivel internacional.
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—El grave problema en el país es que, según cifras del INEI, lo que más aumentó en el Perú son los empleos informales, de muy mala calidad, sin derechos laborales, es decir, de subsistencia. ¿Pero esto es recurrente en situaciones de crisis como la actual?
—Hubo un incremento en realidad, no tan grande, de la informalidad general del 70% al 73% a nivel nacional.
—Pero sigue siendo alto.
—Sigue siendo alto sobre todo en el ámbito de los trabajadores autónomos, donde dos tercios de la informalidad del país se explica por la informalidad tributaria de los independientes, y un tercio por la informalidad laboral de los asalariados. Vemos que la informalidad laboral de los asalariados se ha reducido a los niveles prepandemia. El problema es con los independientes que han visto reducido sus ingresos y por ende algunos han dejado de declarar sus rentas a la Sunat. Entonces, hay que distinguir bien la realidad del trabajo peruano, entre dependientes, independientes, públicos, privados, etc. y diseñar e implementar políticas ad hoc para solucionar estos problemas de acuerdo a la realidad de cada uno de estos segmentos, mayor fiscalización, y políticas de productividad para los dependientes, facilidades tributarias para los independientes, que mejoren su capital humano, con acceso a la seguridad social, etc. hay que hacer esta segmentación incluso dentro del ámbito de los asalariados, según el tamaño de la empresa.
—Uno de los sectores más afectados por la conflictividad es el sector Turismo, que es generador de empleos. En Arequipa, en el Cusco, obviamente en Puno, los empresarios están perdiendo dinero, se están descapitalizando, están despidiendo gente. Por lo tanto, volvemos al inicio, ¿por dónde pasa la solución?
—Primero tratar de solucionar los problemas, lo que está generando esta parte negativa en la economía es este problema en lo social. Si no nos sentamos a conversar, a dialogar, y a tomar con seriedad la agenda de la mayoría de la población, no vamos a poder salir del problema y por ende vamos a seguir teniendo problemas en la economía de estos sectores como el turismo que muy importante para el país, que es intensivo en mano de obra y se encadena a otras ramas del sector servicios como hoteles, restaurantes, transporte y demás. Entonces la solución va por atender la agenda planteada, conversar, dialogar y adelantar lo antes posible las elecciones y allí las actividades se van a poder reactivar a plenitud, porque los trabajadores también pierden.
—Algunas veces, cuando estuviste interactuando por las redes sociales, te han dicho “caviar”, “terrorista”, por expresar tus pensamientos. ¿Qué les responderías a esas personas que son intolerantes a la democracia, a las opiniones democráticas?
—Deberían entender que hay distintas posiciones y que todas son respetables, en tanto no se afecte ningún derecho fundamental de las personas, de la ciudadanía. Yo creo que hay que dejar esos prejuicios de lado y aprender a dialogar. Justamente uno de los problemas del Perú en los últimos 30 años es que no ha habido discusión técnica, por ejemplo en el plano laboral, en el plano político,
todos se encaminaron hacia una línea que ha tenido algunos aciertos en el orden macroeconómico del país, por ejemplo, pero también debilidades en el plano de la política social. Tenemos que sentarnos a dialogar gente de derechas e izquierdas y de centro,
gente honesta, y plantear una agenda mínima de desarrollo del país que trascienda aspectos ideológicos. Es importante dialogar y dejar de lado la agresividad hacia el que piensa distinto, porque pareciera que se le quiere desaparecer, como se ve con el tema de las protestas, donde mucha gente no está de acuerdo con este asesinato que se dio en muchos casos.
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—¿Calificas de asesinato lo que ha ocurrido en las protestas?
—En algunos casos, claro que sí, porque es una población que no tiene armas de fuego y no se les puede disparar al cuerpo. En Lima, en las protestas, no murió nadie, lo cual nos muestra que así también se pudo manejar en las distintas regiones del país, del sur del país, donde se dieron la mayor cantidad de fallecidos, lamentablemente. En algunos casos tendrá la fiscalía que hacer la investigación para determinar qué pasó, pero me parece que, si a alguien se le dispara en el cuerpo, a una persona desarmada, es un asesinato.
—Además, la presidenta dio el respaldo al premier Alberto Otárola y los ministros de Defensa y el Interior, y dan la señal de se mantienen firmes e inflexibles, pero que puede generar mayor convulsión social en el país.
—Lamentablemente, es así, con esa actitud beligerante, agresiva, como si estuviéramos en una guerra interna y no es una guerra interna, cuando se trata de un derecho fundamental que incluso está en la Constitución del 93. Hay que respetar ese derecho, ese ejercicio, y no nos tiene que molestar que un grupo de personas se pare fuera del Congreso y de Palacio de Gobierno para plantear su agenda sin agredir a nadie. A veces se limita el tránsito de las personas en las protestas y eso genera mayor violencia y allí aparecen los problemas. Hay que ejercer el derecho a la protesta en un marco de paz.
—¿Qué le dirías a la presidenta Dina Boluarte, a los ministros y funcionarios, para apaciguar las aguas y lograr que haya la salida tranquila y democrática que se requiere en el país?
—Les diría, dejar de lado los mensajes conflictivos, violentos, y más bien hay que invitar a la gente que protesta a dialogar, sentarse a conversar, pero también con la voluntad de cumplir parte de la agenda que creo básicamente se cae de madura: el adelanto de elecciones generales para este año y la posibilidad de un referéndum para analizar si es viable o no una Asamblea Constituyente en el país. Eso es lo que habría que hacer, hacer un mea culpa, y si hay que renunciar se renuncia porque pienso que se cometieron errores y excesos que van mucho más allá del marco constitucional y democrático de nuestro país. Hay que respetar el derecho a la protesta, que es un derecho ciudadano. El mundo desarrollado es desarrollado porque tiene libertad en el derecho a la protesta, como en Francia, España, etc. donde cuando se hace protesta nadie muere, porque se respeta la vida humana. Les diría que la vida está por encima de todo y hay que tomar en serio la agenda planteada de la ciudadanía y a tener la mente abierta para cumplir los principales puntos de esta agenda que lleven a una pacificación del país y una reactivación de la economía y una mayor generación de empleo de calidad.