Exoneración de alimentos del IGV a días de vencerse
Contra el tiempo. Congreso tiene hasta fin de año para extender la medida hasta el 2025. De no aprobarse, el impuesto recaería en los hogares más vulnerables, advierte el MEF.
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Tras retomarse la agenda económica del país, vuelve al debate el proyecto de ley —aprobado por el anterior Consejo de Ministros— que busca prorrogar hasta el 31 de diciembre de 2025 la exoneración del Impuesto General a las Ventas (IGV) y el Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) a alimentos y servicios de primera necesidad considerados en los apéndices I y II de la ley del IGV.
Para ello, el pleno del Congreso tiene hasta antes del 31 de diciembre del presente año para poder darle luz verde a la iniciativa del Ejecutivo. De no hacerlo en ese lapso, se volvería a cobrar el IGV e ISC de dichos productos, lo cual sería trasladado en el precio que paga el consumidor final.
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“(Debe ser prioridad) la exoneración de alimentos del IGV; estamos hablando de S/5.000 millones que, si no se aprueba recaería sobre el esfuerzo de los hogares que están siendo afectados por la inflación”, advirtió el titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), Alex Contreras, a un diario local.
En efecto, de acuerdo a la Sunat, dicha medida tiene un costo fiscal anual de S/5.700 millones.
Productos exonerados del impuesto
A detalle, la norma tiene como fin, según el MEF, que se mantengan bajos los precios de alimentos de consumo doméstico como hortalizas, legumbres, menestras, frutas, así como de insumos para el agro (fertilizantes, abonos).
En la lista también entran los servicios básicos de transporte público de pasajeros, transporte de carga desde el país al exterior y viceversa, bebidas en comedores de universidades públicas, servicios postales, entre otros.
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Si bien desde que entró en vigencia ha tenido múltiples cuestionamientos, entre ellos, que las familias pobres son las menos favorecidas con estas rebajas, de no prorrogarse podría haber un incremento en el costo generalizado de los alimentos y servicios que impactaría de forma negativa a los consumidores.
“El impacto más esperable es que haya una alza generalizada en los precios de los alimentos. Los comercializadores no van a asumir ese costo, se lo van a trasladar al público consumidor”, dijo el economista Armando Mendoza.
El experto también resaltó que muchos de los alimentos que son exonerados del impuesto son producidos en las zonas rurales y por la agricultura familiar y campesina. No obstante, señaló que al comercializarse en sectores informales, la efectividad de la medida pierde fuerza.
Medida requiere mayor focalización
El economista Eduardo Recoba advirtió que las exoneraciones se ubican en un entorno de mala focalización, donde llegan a varios productos de la canasta básica al que no tienen acceso los sectores con menos recursos del país. Por estos motivos, su impacto sería mínimo.
Asimismo, el modo como está establecida la norma permitiría que el precio final sea decidido por los vendedores, sin que el consumidor sea el más beneficiado con esta exoneración tributaria.
Datos
Vigencia. Medida dejará de ser efectiva en diciembre del 2022. Está pendiente su debate en el Congreso.
Brecha. Solo 1 de cada 4 peruanos no puede cubrir su canasta básica alimentaria, según reveló la FAO.
