Economía

José Antonio Ocampo: “Este es el momento de repensar el papel del Estado”

Entrevista al exsecretario ejecutivo de la CEPAL y exsecretario general adjunto de la ONU. Exministro en las carteras de Agricultura y Hacienda y codirector del Banco de la República (Banco Central) de Colombia. Catedrático en la Universidad de Columbia, Nueva York.

Colombiano. José Antonio Ocampo fue ministro de Agricultura y también de Hacienda en su país.
Colombiano. José Antonio Ocampo fue ministro de Agricultura y también de Hacienda en su país.

El exsecretario ejecutivo de la CEPAL considera que debe haber un papel más activo del Estado en materia de desarrollo productivo y tecnológico. Será necesario repensar los sistemas tributarios para enfrentar el endeudamiento por la crisis.

- ¿En qué situación económica encuentra la pandemia a la región?

- Nos llegó después de cinco años de bajo crecimiento económico (un período que he llamado la “media década perdida”). A ello se agrega la tendencia a la caída de los precios de productos básicos (sobre todo petróleo y metales básicos), que se agudizó con la crisis internacional, y con la salida de capitales de portafolio que también generó la crisis. En un terreno algo más positivo, la pandemia nos ha llegado con rezago, lo cual es una ventaja si los gobiernos deciden prepararse a tiempo, lo que han hecho varios, pero desafortunadamente no todos. Los problemas de Guayaquil han sido los más graves, pero también es muy preocupante la trayectoria de infectados y muertos en Brasil.

- Los gobiernos y sus bancos centrales tomaron medidas…

- Van en la dirección correcta. Los bancos centrales han provisto liquidez en forma amplia (con la restricción obvia para los países dolarizados). Varios países adoptaron programas fiscales, especialmente de apoyo al sector de la salud y a los hogares vulnerables, así como de reducción o postergación del pago de algunos impuestos, pero su tamaño es muy variable. Según las estimaciones del BID, los de mayor tamaño son los de El Salvador, Perú, Chile y Brasil. Y algunos generaron líneas de crédito o garantías crediticias en escala importante. Los casos más destacados son los de Chile, Colombia, Perú y Uruguay. En promedio, sin embargo, la magnitud de los apoyos es modesta comparada con la de los países desarrollados.

- La economía latinoamericana sentirá los estragos de la pandemia. ¿En cuánto estima el deterioro?

- Los datos que hicieron públicos las entidades internacionales muestran un deterioro de unos 6 a 8 puntos del PBI en términos anuales para distintos países, pero puede ser más si hay necesidad de nuevas cuarentenas. Y ello depende mucho de la disponibilidad de pruebas de diagnóstico y capacidad hospitalaria, dos temas en los que se avanzó, pero en forma todavía insuficiente.

- ¿Qué países tienen mayor fortaleza para hacer frente a la crisis?

- Todos los pronósticos internacionales dicen que, entre las economías más grandes, Colombia, Perú y Chile están mejor posicionadas, en ese orden, pero varias economías pequeñas pueden estar relativamente bien posicionadas, en particular las centroamericanas (con la excepción de Nicaragua), Bolivia y República Dominicana, según la CEPAL.

- Habrá endeudamiento para ejecutar los programas de emergencia y reactivación. ¿Es el mejor momento?

- Por supuesto. Además, el margen fiscal que tienen los países importa. Esta es una gran ventaja de Chile y Perú. Colombia, por ejemplo, no está tan bien posicionada en materia fiscal.

- ¿Llegó el momento de repensar el papel del Estado?

- A nivel mundial quedó claro que este es el momento de repensar el papel del Estado, y no solo para la emergencia sino para la reactivación y el mundo menos globalizado que heredaremos.

- Un papel más activo del Estado, ¿en qué áreas?

- Serán necesarios mayores gastos sociales y un papel más activo del Estado en materia de desarrollo productivo y tecnológico. Será necesario repensar los sistemas tributarios para enfrentar los mayores niveles de endeudamiento que heredaremos de la crisis y para mejorar la distribución del ingreso. Y, a mi juicio, en medio del deterioro permanente del comercio internacional, será necesario pensar a fondo en profundizar la integración económica de nuestros países, tan profundamente golpeada por diferencias ideológicas entre gobiernos de la región.

- ¿En qué consiste el programa de emergencia y reactivación en Colombia?

- Hubo medidas de provisión de liquidez muy ambiciosas por parte de nuestro banco central, el Banco de la República, así como de intervención en el mercado cambiario, aunque hasta ahora la reducción de la tasa de interés ha sido modesta. A ello se agregan programas ambiciosos de otorgamiento de garantías a los créditos de los sectores y empresas afectados por la crisis, así como líneas de crédito a través de nuestros bancos de desarrollo. También programas fiscales, especialmente para el sector de la salud y apoyo a hogares pobres y vulnerables, pero, a mi juicio, los segundos no son lo suficientemente ambiciosos.

- Parte importante del plan de atención a la emergencia es la ayuda económica directa a los sectores más vulnerables de la población. ¿Cómo se desarrolla en Colombia?

- Hay viejos programas de transferencias condicionadas a los hogares pobres (Familias en acción), adultos mayores y jóvenes pobres (en este último caso para que puedan continuar sus estudios). Estos programas se amplificaron con una mesada bimensual extra. Estos programas alcanzan a un poco más de la cuarta parte de los hogares. El gobierno también lanzó un nuevo programa para la población más vulnerable, que se denomina “ingreso solidario”, que espera alcanzar a tres millones de familias adicionales (un 30% más de familias), pero solo llegó a poco más de un millón hasta ahora. Los ingresos que proporcionan esos programas son, sin embargo, muy modestos. El último, por ejemplo, solo entrega 240.000 pesos, equivalentes a unos US$ 60. Hay programas adicionales de carácter municipal, en particular el “Bogotá solidaria en casa”, cuyo subsidio equivale a cerca de US$ 140 mensuales.

- Las empresas requerirán de apoyo crediticio. ¿Cuánto se dispone en el caso de Colombia?

- Los apoyos a las empresas se otorgaron todos en forma de préstamos y garantías. Las garantías alcanzan el 8% del PBI, los préstamos de Bancoldex, el banco de desarrollo que provee crédito de segundo piso, es un monto más modesto, un 0,1% del PBI, pero vienen nuevas líneas de crédito.

- ¿Cuáles son las condiciones para ese apoyo financiero a las empresas?

- Las garantías se han vuelto generosas: un 90% en el programa más reciente, si la empresa se compromete a mantener el empleo. Pero hay muchas dudas si los créditos y esas garantías están llegando a las Mipymes, sobre todo a las más pequeñas.

- ¿Las tasas de interés son las más adecuadas?

- Las tasas de interés de redescuento son subsidiadas, pero se elevan mucho con la intermediación del sector financiero. Creo que los créditos deben ser más generosos. Yo he propuesto un crédito a las Mipymes con seis meses sin intereses, nuevamente si conservan el empleo.

- El deterioro en la producción de bienes y servicios es evidente. Para hacer frente a la pandemia, se debe frenar la producción y comercialización de bienes y servicios que no son esenciales con la finalidad de que los trabajadores se queden en sus casas y evitar así el contagio. ¿En cuánto afectó el empleo? ¿De qué dependerá protegerlo?

- La producción se afecta mucho con la cuarentena, que golpea a un 60% de los trabajadores. Además, es evidente que los sectores de servicios no esenciales las empresas están despidiendo sus trabajadores y no pocas terminarán en la quiebra. Nuestro principal centro de investigación, Fedesarrollo, estima que, en el escenario más optimista, el PIB caerá un 2,7% este año (una cifra bastante similar a la que ha estimado el FMI y la CEPAL), y la tasa de desempleo se elevará del 10,5% al 16,3% (1,4 millones de desempleados más). La situación puede ser peor, si no se puede levantar gradualmente la cuarentena, como lo está anunciando el gobierno.

- Durante la pandemia y luego, se requerirán empresas fuertes que sustenten el crecimiento y con ello generar empleo. ¿Qué medidas serán pertinentes para que éstas no sucumban y puedan aportar en el crecimiento del país?

- La sobrevivencia de las empresas es esencial. Por eso hay que profundizar las políticas de crédito que ya he mencionado, o eventualmente subsidiar parte de los pagos salariales que hacen las Mipymes. Y una medida clave de la reactivación tendrá que ser una política ambiciosa de empleo, con programas de empleo de emergencia y subsidio a las nuevas contrataciones de trabajadores.