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Economía

Ciudadanos invertirían hasta 500 mil dólares en inmuebles ubicados al sur de la capital

Las zonas preferidas de los compradores son San Bartolo, Santa María y Punta Hermosa.

Casa de playa
Casa de playa

Las playas del sur chico, poco a poco se van convirtiendo en una de las más interesantes alternativas para comprar propiedades, tanto de formatos familiares como desarrollos exclusivos con concepto de club, destinadas a personas de segmento premium y medio alto, que buscan relajarse sin alejarse tanto de la ciudad, lo que les permite incluso vivir en verano o todo el año y tener servicios cercanos como universidades, colegios y tiendas.

Según un reciente estudio de Líder Grupo Constructor, indica que a las personas que más les interesa obtener una propiedad en el Sur Chico frente al mar, tienen un rango de edad de 40 a 60 años, estas personas disfrutaron en el sur chico en su etapa de niño o adolescente, luego algunos se fueron al balneario de Asia y ahora están realizando el “Come Back”, impulsados por un fuerte proceso de revalorización de la zona, proyectos de desarrollo y la cercanía a Lima.

La cantidad de dinero que deciden invertir varía entre 300 mil dólares y 500 mil dólares, teniendo en cuenta como favoritas a San Bartolo, Santa María y Punta Hermosa debido a su desarrollo urbanístico. El estudio revela también que la gran mayoría de compradores, buscan proyectos que brinden conexión con el mar, comodidad, privacidad y con espacios compartidos para poder invitar a su familia y amigos a disfrutar de un fin de semana alejado de la ciudad y del mundo laboral.

Antonio Concha, gerente comercial de Líder, indica que es necesario tener bien definido el perfil del comprador, además que se debe tener en cuenta la experiencia que vive el cliente.

La decisión final de la compra depende de factores que el comprador considera más importantes como la ubicación, el área total del inmueble, la vista en primera fila, la distribución de cada uno de los espacios, la cantidad de habitaciones, las áreas comunes y por último, el precio.