CADE 2017. Presidente del IPAE advierte que el país puede caer en una parálisis, ante la falta de entendimiento político entre los poderes del Estado. Drago Kisic pide que no haya impunidad en los casos de corrupción.,“Es doloroso ver a empresas peruanas involucradas (en actos de corrupción), pero mucho más doloroso y dañino sería la impunidad”. A pesar de que la edición número 55 de CADE Ejecutivos 2017 apuntaba a una agenda más abierta rumbo al Bicentenario de la Independencia del Perú, el duro golpe de la corrupción proveniente de las empresas constructoras de Brasil y el debilitamiento en las relaciones entre los poderes del Estado marcaron ayer la pauta en el inicio del encuentro empresarial considerado como el más importante del país. Fue Drago Kisic, presidente de la CADE, quien lanzó aquella frase en el acto de inauguración. El inicio de la reunión en Paracas estuvo precedido por el anuncio desde el Ministerio Público de la investigación preliminar a la compañía peruana Graña y Montero, por presuntos delitos de colusión agravada y lavado de activos, en su condición de socia de Odebrecht. PUEDES VER Perú necesita crecer a tasa de 7% y avanzar en varias reformas Kisic calificó como muy “doloroso ver a un ex presidente de la República, ex ministros, altos funcionarios y empresarios encarcelados o seriamente cuestionados”, por la corrupción. En ese sentido, expresó su deseo de que el sistema de justicia “esté a la altura y todos los responsables, sean funcionarios públicos, empresarios… sean identificados y condenados”. SEIS EJES Bajo el eslogan “Un solo Perú, no más cuerdas separadas”, este encuentro empresarial tiene como objetivo desarrollar una agenda hacia el Bicentenario, poniendo énfasis en un mensaje: la economía, la política y la sociedad civil no pueden ir separadas. Para tal fin se estableció seis ejes de reflexión y debate. Uno de ellos tiene que ver con las reformas institucionales. De hecho, hoy la presidenta de la Comisión de Constitución del Congreso, Úrsula Letona, dará cuenta de los avances en materia de reforma electoral. También estará Allan Wagner, presidente de Transparencia, quien ya en días previos saludó algunos avances, pero también lamentó el retroceso en materia de fiscalización del financiamiento electoral. La descentralización, la economía de mercado, la infraestructura y la educación serán también parte de la reflexión, pero, dada la coyuntura, el otro eje que seguramente concitará la atención será el que ha sido denominado como “el imperio de la ley en el Perú”. Para esta ronda programada para el viernes se anuncia al presidente del Poder Judicial, Duberlí Rodríguez; el ministro del Interior, Carlos Basombrío; el titular de Justicia, Enrique Mendoza, y el fiscal de la Nación, Pablo Sánchez; este último con la carga de una acusación constitucional auspiciada por la bancada mayoritaria del Congreso, Fuerza Popular. ALERTA TEMPRANA Julio Luque, presidente del Instituto Peruano de Administración de Empresas (IPAE), se refirió con preocupación al débil entendimiento entre las fuerzas políticas y los poderes del Estado, lo cual, según advirtió, no permite avanzar con las reformas institucionales. Incluso, habló de un escenario de eventual parálisis y proyecciones pesimistas. El empresario se cuidó, sin embargo, de evitar señalar con nombre propio a los actores que generaron este escenario. Similar prudencia guardó Julio Velarde, presidente del Banco Central de Reserva del Perú. “No quiero meterme tanto a enfrentamientos”, expresó, y apenas agregó que se debe “coincidir en elementos esenciales para el crecimiento”. En cambio, Yamila Osorio, gobernadora regional de Arequipa, fue más directa. En diálogo con La República, cuestionó el desempeño de la bancada de Fuerza Popular por las acusaciones constitucionales contra magistrados del Tribunal Constitucional y el fiscal Pablo Sánchez. “Todos deberíamos trabajar para el fortalecimiento de nuestras instituciones democráticas”, subrayó. Con todo, y a pesar del contexto de la corrupción y los enfrentamientos políticos reseñados, este nuevo encuentro empresarial apunta a lograr su objetivo de marcar una agenda de largo plazo hacia el Bicentenario. “El ánimo no es el mismo que hace un año, los desastres naturales y (los) escándalos de corrupción no nos dejan hacer grandes reformas”, reconoce Julio Luque, pero al mismo tiempo subraya: “Aún estamos a tiempo”.❧