Un robot en el campo de arándanos
Un vehículo robótico desarrollado por la Universidad Privada Antenor Orrego (UPAO) de Trujillo puede evaluar la madurez de los cultivos de arándano y mejorar la planificación de las futuras cosechas.
Tiene el aspecto de un vehículo lunar: está equipado con llantas que le permiten desplazarse por terrenos irregulares, empinados o fangosos, lleva cámaras con sensores poderosos que le permiten evaluar cuántos y qué madurez tienen los frutos que cuelgan de una planta y cuenta con una computadora que controla sus sistemas y evalúa todos los datos que recoge con el fin de asegurar una buena cosecha.
Se trata del “sistema robótico autolocalizable con capacidad de mapeo de su entorno y procesamiento de data mediante inteligencia artificial para mejorar las proyecciones agrícolas de arándanos en agroindustrias de la región La Libertad-Perú”, un proyecto desarrollado desde hace año y medio por la Universidad Privada Antenor Orrego (UPAO) de Trujillo, que busca mejorar la ya exitosa producción de arándanos en el norte del país.
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Como su nombre indica este vehículo puede ubicarse espacialmente en un campo de cultivo, saber por dónde desplazarse y evaluar con sus sensores los frutos del arándano.
“Es un robot que evalúa el arándano en arbusto: lo detecta, lo cuenta y le da el grado de madurez según el color del fruto. Esa información puede ser aprovechada para mejorar el volumen de producción o para planificar las cosechas, por ejemplo, en las próximas dos semanas o un mes. Esa es la utilidad que genera para el sector productivo”, explica Sixto Prado, ingeniero electrónico y docente e investigador de la UPAO a cargo del proyecto.
El vehículo, desarrollado con fondos de Concytec, puede desplazarse de manera autónoma o mediante un mando controlado por una persona. En su diseño trabajaron alumnos de la Facultad de Electrónica y Mecatrónica de la universidad, tesistas de pre y posgrado. Ya ha sido probado varias veces en campos de cultivo y cada vez se van ajustando y mejorando sus prestaciones.
“En cuanto a movilidad, es 100% operativo en campos agrícolas. En cuanto al conteo del fruto, con cada una de las pruebas lo hemos ido mejorando porque siempre hay variables como la velocidad a la que debe desplazarse, o la distancia más adecuada de la cámara y los sensores hacia los arbustos. La idea es llegar al 95% o más de acierto”, dice el ingeniero Prado.
Este vehículo-robot estuvo la semana pasada en Lima como parte de la Semana de la Innovación, que se realizó entre el 3 y el 7 de julio, organizada por el Concytec y actores del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Sinacti), con el lema “Tecnologías emergentes e innovaciones aplicadas a los desafíos del país”. El proyecto de la UPAO fue bien recibido: hizo su recorrido de presentación y fue una de las atracciones.
Ahora, incluso muchas de las empresas que trabajan con arándanos en el norte del país se han interesado en el robot.
“Nos han visitado porque les interesa el potencial que puede tener. Les interesa lo que puede hacer para planificar sus acciones para la cosecha. Ojo, el robot no cosecha, evalúa. Con su data, por ejemplo, se puede decir en qué sector de un fundo se debe contratar más personal a partir de tal fecha. Si no se calcula bien, pueden necesitar más o menos trabajadores, o no tenerlos a tiempo”, comenta Prado.
Este proyecto, además, funciona para todo tipo de cultivos. Con los algoritmos correctos podría generar la misma data en cualquier otro producto agrícola. Para el ingeniero Prado el objetivo es que sea usado en los campos. Y a partir de ahí hacer colaboraciones específicas. “En el tema del arándano, cada empresa agroindustrial tiene su propia realidad de tierra o variedad de fruto. Tienen diferencias. Se puede personalizar un desarrollo tecnológico según la empresa”, dice pensando en el futuro.