Los sueños de alias “Joe“
Ganador de la Palma de Oro 2010 en el Festival de Cannes, el director tailandés Apichatpong Weerasethakul está en el Perú, donde conducirá un taller para 50 cineastas de todo el mundo en la selva de Tambopata. Si lo prefieren, pueden llamarlo “Joe“.

Escribe: Sandro Mairata
Apichatpong Weerasethakul dice que cuando era niño le enseñaron a odiar a sus países vecinos. “Si comes fideos vietnamitas, se te encogerá el pene”, le decían en su natal Bangkok. “Por eso no me gusta mucho comer fideos”. Estamos en una clase maestra con “Joe” (por si se les hace difícil el otro nombre), Palma de Oro en el Festival de Cannes 2010, quien se encuentra en el Perú para dar un taller de varios días en la Reserva Nacional de Tambopata-Candamo a unos cincuenta cineastas escogidos de 23 países.
“En estos días, si haces críticas al gobierno, posiblemente pases a lo que se llama un ajuste de actitud. También las redes sociales están monitoreadas”, explica. Pese a la relación tirante con su tierra, el cine de “Joe” es Tailandia, o al menos siempre remite a su cultura, a la relación profunda entre la esencia budista y su relación con los espíritus, la familia, la pérdida. El suyo es un país de sorpresas: a contracorriente de lo que ocurre en el sudeste asiático, Tailandia acaba de legalizar el consumo de marihuana.
-Wake up, wake up!
Hay risas entre el público porque quien nos dice “¡despierten, despierten!”, cuando se prenden las luces de la sala, es nada menos que “Joe”, el director de la cinta en pantallas.
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Acabamos de ver Memoria, una cinta protagonizada por Tilda Swinton, presentada también en Cannes el año pasado y que no puede verse en ningún servicio de streaming por decisión de su director. “Joe” prefiere que se tenga paciencia y que el filme llegue al resto del mundo de forma itinerante, asegurándose que solo se vea en cine. Solo por eso, haberlo visto en Lima es un lujo –aunque “Joe” hará una excepción con Tailandia y allá se podrá ver en Netflix–.
“Joe” sabe también que Memoria puede ser exigente con el espectador (ya, “aburrida”) pero como vemos se lo toma a bien. Memoria tiene una cinematografía de planos perfectos y ritmos en extremo pausados durante dos horas y dieciséis minutos de duración. Swinton interpreta a una extranjera en Bogotá que oye estruendosos golpes que nadie más percibe y quiere descubrir el origen de estos. Las revelaciones le llegan lento con un cuidado sonido envolvente que es parte importantísima de la experiencia.

“Memoria“, por Apichatpong Weerasethakul. Foto: difusión.
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“Odio el teatro. Todo sucede de forma fija, predeterminada”, explica. El cine de “Joe” se va creando sin rumbo fijo y toma forma final en posproducción. Así surgió Tío Boonmee recuerda sus vidas pasadas, el filme que le valió recibir la Palma de Oro de manos de Charlotte Gainsbourg. Es la historia de una familia tailandesa que experimenta el regreso de las almas de parientes cercanos, y que tiene una memorable y extraña escena donde una mujer tiene sexo con un pez. “Joe” recibió su premio vistiendo un terno blanco, inmaculado.
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Nos dice que sus historias le llegan en sueños; de hecho, afirma que “los sueños son una continuación de la realidad, del diálogo que tenemos con esta. En el futuro, la gente dormirá en grupo y tendremos sueños colectivos, compartiremos los mismos pensamientos y experimentaremos los mismos sueños”. ¿Qué sueños le motivará la selva peruana? No conoce aún de apus ni de espíritus selváticos, pero tiene claro que todo puede pasar. Ni siquiera tiene expectativas de lo que será ver el Amazonas. Las referencias para él de nuestro río son las novelas de escritores tailandeses que urdían fantasías sobre América tan exóticas como para nosotros son las de Tailandia. En un día entero de conferencia de prensa, clase maestra y proyección, “Joe” no habló de cebiche ni de Machu Picchu, lo que se agradece. Aunque ya estuvo aquí hace ocho años, para él, cinematográficamente, el Perú aún está en blanco. Hay una razón muy simple: “Cuando tienes expectativas empiezas a encuadrar tu mente”.















