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Domingo

Tres días sin comunicación

Luis Fernando Araujo (24) desapareció tres días tras acudir a la marcha contra la vacancia presidencial. Al volver denunció que el grupo Terna lo detuvo. Esto es lo que ha contado sobre el tiempo en que no se supo nada de él.

Marchas Lima
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“Bájate y mira a la pared, no voltees”, le dijo uno de los hombres que iba con él en el automóvil. Luis Fernando Araujo Enríquez se bajó y el vehículo se fue. Era la segunda cuadra de la avenida Aviación y caminó con dirección a la avenida Grau. Cuando llegó cerca del hospital Dos de Mayo un señor lo reconoció. Hablaron y el hombre le prestó su celular para que llame a su pareja Rosa.

Luis Fernando era buscado desde hacía tres días. Desapareció después de anunciar que iba a la marcha contra la vacancia de Martín Vizcarra por el Congreso, la noche del sábado 14 de noviembre. Cuando su pareja llamó a su mamá, Raquel Enríquez, la señora estaba con la abogada Rocío Meza, declarando sobre su caso en la Fisca-lía. Eran cerca de las 5 de la tarde del martes.

“Cuando su mamá recibió la llamada, de inmediato fuimos con ella y con la fiscal a donde dijo que estaba. Lo encontramos como todos han visto en el video que apareció en los medios. De ahí fuimos al médico legista, al examen toxicológico y a dar su declaración”, cuenta Rocío Meza, abogada del Instituto de Defensa Legal (IDL) que se encarga de su caso.

En su declaración ante la fiscal, Luis Fernando contó que llegó solo a la Plaza San Martín cerca de las 7.30 de la noche, y allí se encontró con quienes protestaban. Después, cuando el grupo estaba por el jirón Puno, un joven se sacó el polo y empezó a gritar arengas. De pronto unos sujetos de civil quisieron reducirlo. Luis Fernando empujó a uno de los tipos para defenderlo y ahí otro sujeto le pasó el brazo por el cuello para inmovilizarlo. Otro le mostró una placa policial y se lo llevaron.

“Él contó que en el carro le bajaron el gorro que tenía sobre la cara, y le mantuvieron la cabeza abajo. Se percató que iban armados. No sabe a donde lo llevaron pero dice que era como una casa. Le quitaron el teléfono y la billetera. Y lo pusieron en un ambiente cerrado, con un baño al lado. Solo había una silla y allí durmió. Al otro día tuvo un intercambio de palabras y lo arrinconaron contra la pared y dieron unas cachetadas. También dice que un par de personas comieron delante de él y no le dieron nada. Al día siguiente no hubo mucho intercambio, pero escucharon el pedido de su mamá buscándolo y se rieron”, cuenta la abogada.

Para el martes, el caso de Luis Fernando ya había estado en todos los medios de comunicación y se hablaba de que era uno de los últimos detenidos que faltaba aparecer. Ese día, por la tarde, mientras el nuevo presidente Francisco Sagasti hablaba por la televisión, uno de los sujetos le dijo: “Ya mucho chongo con tu caso, te vas a tu casa”. Y lo sacaron igual que lo llevaron. En el camino le devolvieron sus cosas. Luego ocurrió lo que contamos en el primer párrafo.

Todo esto declaró Luis Fernando a la fiscal encargada del caso y también ha dicho que los policías eran del grupo Terna. El último jueves se realizó una diligencia de reconocimiento de los lugares donde fue arrestado y donde lo soltaron. También se revisarán las cámaras de videovigilancia de esos lugares. El joven le ha contado a la abogada Rocío Meza que está atemorizado porque hay gente extraña merodeando la casa de su mamá y de su pareja.

“¿Por qué lo detuvieron tanto tiempo?” le preguntamos a la abogada. “La única conclusión a la que llegamos es que quizá, con eso, quieren darle una lección a él y a otros, de lo que puede ocurrir cuando participas de una protesta”. Por el momento, los cargos que se configurarían en este caso serían los de secuestro y lesiones. Su caso recuerda a tiempos que ya hemos dejado atrás y que no deben repetirse.

Bachiller en Comunicación Social por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Periodista del Suplemento Domingo de La República desde 2003, donde también realiza labores de subeditor. Antes trabajó en el diario El Mundo. Mención honrosa del Premio Salwan 2014. Escribe crónicas y reportajes de actualidad y cultura. Ha realizado coberturas periodísticas en el país y el extranjero.