Giorgio Chiellini, uno de esos defensores en extinción deja la Juventus

Cuando uno piensa en la Juventus, uno de los nombres que se vienen a la cabeza es el Del Piero o Buffon, pero otro jugador que también suena es el de Giorgio Chiellini. Toda una vida juntos. A punta de esfuerzo, liderazgo y carisma, se ganó un lugar en la historia ‘Bianconera’. Hoy, 17 años más tarde, se cierra una etapa de fantasía.

El defensor italiano llegó muy joven a la casa de Turín, cuando tenía solo 20 años. Casi dos décadas después, abandona el club, casado y con dos hijas. Este lunes, jugó por última vez frente a su afición en el Allianz Stadium; el rival fue la Lazio, pero eso fue lo de menos. Lo más importante fue el homenaje que recibió.

Giorgio Chiellini, líder de la ‘BBC’

Nacido en Livorno, Chiellini se unió a las filas del equipo de su ciudad desde muy niño, pero nunca pudo jugar en primera división con dicho club. Tras una cesión a la Roma, recibió el llamado de la ‘Juve’. Desde chico tuvo grandes cualidades y la escuadra blanquinegra no se equivocó en ficharlo.

Giorgio llegó solo con sus chimpunes a Turín y se va con un palmarés envidiable, pues sumó 20 títulos. Ganó todo en Italia; solamente le faltó la Champions League, torneo que se le negó dos veces. En el 2015 perdió la final con el FC Barcelona y en el 2017 cayó contra el Real Madrid.

Sin embargo, el central de 37 años fue el líder indiscutible de un tridente ofensivo que marcó una época en el fútbol europeo: la ‘BBC’. Junto a Leonardo Bonucci y Andrea Barzagli formaron un muro defensivo impenetrable para los mejores delanteros del mundo; los únicos que pudieron con ellos fueron Lionel Messi y Cristiano Ronaldo.

La escuela italiana más clásica

Chiellini siempre lució el dorsal número 3 en su espalda, desde que llegó a la Juventus. Sus virtudes sobre el césped y su caballerosidad afuera de él hicieron de Giorgio alguien sumamente respetado por todo el mundo fútbol. Además, es de esa vieja escuela de defensas que hoy en día casi ni existen.

Ese clásico central italiano, que con su técnica y una elegancia descomunal era capaz de detener a cualquier jugador que tenga en frente. Fue el sucesor de Paolo Maldini, Alessandro Nesta y Fabio Cannavaro, y todo su conocimiento se lo pasó a Bonucci, una pareja de época.

Chiellini aún no sabe cuál será su destino; lo único que sabe es que entregó cuerpo y alma por la camiseta de la Juventus, club al que dejó en alto en todas las canchas que pisó. Se va una leyenda y el elenco turinés inicia una nueva etapa, una de resurgimiento, pues Paulo Dybala también deja la entidad.

De esta manera, termina una linda historia que deja la pelota, esas que casi ya no existen, de amor y entrega a una sola piel. Por su sangre corre la blanca y negra, y a donde sea que vaya, siempre será reconocido como un juventino más.