Estudiantes afrodescendientes becadas en Pronabec: "No teníamos internet ni libros y temíamos salir"
Las mellizas Lesly y Lady Salazar han atravesado diversas dificultades para cursar estudios superiores: desde la falta de dinero hasta la discriminación. Conoce más sobre su inspiradora historia y sus sueños: visibilizar a la población afrodescendiente.
Lesly y Lady Salazar son mellizas afrodescendientes que consiguieron el incentivo del Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec), una entidad del Perú que otorga créditos educativos a los estudiantes de bajos recursos y diversas comunidades. Las jóvenes, quienes actualmente residen en San Juan de Lurigancho (SJL), contaron a La República cómo fue camino para obtener esta beca, pues por un momento pensaron en tirar la toalla y alejarse totalmente de los estudios por diversas razones.
Te contamos a continuación más sobre la historia de estas mellizas que, pese a todas las dificultades que atravesaron, como la discriminación y la falta de recursos, lograron salir adelante y hoy en día son un ejemplo de superación.
Las primeras dificultades
Tanto Lesly como Lady, desde la primaria, destacaron no solo en los estudios, sino también en los deportes, pues llegaron a ser las representantes de su colegio en atletismo. Aunque ambas jóvenes tenían numerosos talentos, había un problema: la falta de recursos.
"Mi mamá no iba a poder pagar los estudios de nosotras dos. Entonces, mis profesores decían que habían becas, pero sabían que yo no podía calificar netamente como pobreza extrema porque tengo una casa construida. Pero mi mamá no tenía los recursos, sus ingresos eran mínimos como para poder pagar los estudios para las dos y, al mismo tiempo, somos más hermanos. Sí, somos cuatro hermanos, entonces era difícil", indicó Lady.
Lady y Lesly pertenecen al colectivo Ashanti Perú. Foto: cortesía de Pronabec
Lady también recordó que, con bastante esfuerzo, su madre había ahorrado dinero y, con este, logró inscribirla a una academia solo a ella. A su hermana le enseñaba por las noches todo lo que aprendía, no obstante, esto duro poco tiempo porque luego vino la pandemia y ambas tuvieron que empezar de cero.
Trabajos y beca en Pronabec
Tras terminar el colegio, Lesly empezó a trabajar en un agente y después en la ONPE, junto con su hermana. Luego, tomaron otros trabajos con el fin de solventar los gastos en su casa. "También ayudábamos a mi tía en su negocio de peluches y antes también estaba en un mercadito ayudando a una señora. No fue tan agradable esa experiencia, pero necesitaba mucho el dinero", comentó Lady.
Conforme pasaba el tiempo, la desesperanza aumentaba y, en algún punto, una de ellas pensó en retirarse para siempre de los estudios.
En la premiación de Pronabec. Foto: cortesía de Pronabec
"En un punto de mi vida dije ya fue ya, nunca más vuelvo a pisar una institución, ya no voy a estudiar, voy a dedicarme a trabajar para pagar las cosas de la casa, pero se dio lo de la beca", precisó Lesly.
Gracias a su activismo en Ashanti Perú, una red peruana de jóvenes afrodescendientes, ellas lograron cumplir sus sueños, pues el colectivo las orientó para que obtuvieran las becas de Pronabec en la categoría de afrodescendientes. "Gracias a ellos pudimos entrar (Ashanti), sabían también que nosotras queríamos estudiar y sabían que nosotras estudiábamos por nuestra parte. Creo que por eso nos ayudaron", declaró Lesly.
Discriminación
Lamentablemente, las mellizas, tras salir del colegio y empezar a trabajar, se chocaron con una triste realidad: la discriminación. "Para conseguir trabajo antes de pandemia era horroroso, para el distrito en el que estaba fue muy espantoso, por el cabello más que nada. Nosotras ya llevamos como dos años con el cabello así, con el cabello natural y cuando buscábamos trabajo decían que se veía sucio. La gente se reía en la calle, me señalaban, me hacían muecas y hasta nos jalaban el cabello", reveló Lady.
Las hermanas afrodescendientes estudiarán Administración Turística por tres años. Foto: cortesía de Pronabec
Aunque ellas en algún momento pensaron en denunciar este tipo de actos, las desanimaba el hecho de tener que registrar evidencias y que el proceso sea tedioso.
"Te marca el ser de una familia afrodescendiente en un distrito en el que no hay tantos afrodescendientes. En sí, nos dio como ansiedad porque no podíamos salir por el temor de lo que vayan a decir las personas. Si antes, cuando teníamos el cabello lacio o teníamos trenzas, ya recibíamos discriminación, con el cabello natural, entre comillas, era más fuerte", dijo Lady.
Tanto les afectó esta situación que desarrollaron ansiedad y, prácticamente, se escondían por el temor de lo que dijera la gente sobre ellas. "Es muy triste, la ansiedad hace que no puedas hablar en su momento, que te pongas muy nervioso, sientas como taquicardias y no puedas caminar donde hay mucha gente. Es muy difícil tener que esconderse de las personas cuando en realidad nosotras somos muy sociables", contó Lady.
Sueños a futuro
Hoy en día, las mellizas estudian Administración Turística en el Centro de Formación en Turismo-Cenfotur. Mientras que Lesly aún está analizando a qué área dedicarse de su carrera, Lady, por su parte, tiene una idea más clara: "Hay poblaciones afrodescendientes y tienen mucha cultura, tienen museos afroperuanos dentro del Perú y me gustaría visibilizar más esas áreas. No tenemos tanta visibilidad las poblaciones afrodescendientes, pese a que tenemos museos y una cultura tan linda".
Las mellizas en su centro de estudios, Cenfotur. Foto: cortesía de Pronabec
Finalmente, las hermanas esperan que, con su logro en Pronabec, sean un ejemplo a seguir y otros afrodescendientes conozcan su historia.
"No se rindan. Si tienes un sueño, puedes cumplirlo. Nada es imposible en la vida. Tú puedes lograr las cosas si tú te lo propones. Yo siempre me propuse lograr estudiar y, bueno, ahora estoy estudiando y estoy en la boca de casi todos, no hay algo imposible", sentenció Lesly.
"Intentamos postular a varias becas también, pero el rechazo de esas otras becas, en el momento, puede ser doloroso, pero usen esos rechazos como un motor para seguir. No teníamos acceso a internet, no teníamos tantos libros, pero teníamos el apoyo de personas, maestros y yo sé que donde no hay apoyo puede haber alguito chiquitito que te empuje a seguir adelante con tus sueños", finalizó Lady.