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Leyenda urbana: ¿quién fue la ‘Rubia del cerro Chilco’, ‘fantasma’ que anda en La Libertad?

La región La Libertad cuenta con una popular leyenda urbana conocida como la ‘Rubia del cerro Chilco’, que hace referencia al ‘fantasma’ de una joven que suele asustar a los camioneros y generar accidentes de tránsito.

La 'Rubia del cerro Chilco' surgió luego del fallecimiento de una joven en La Libertad en los años 70. Foto: composición LR/UNDiario/Facebook/ToursMyG
La 'Rubia del cerro Chilco' surgió luego del fallecimiento de una joven en La Libertad en los años 70. Foto: composición LR/UNDiario/Facebook/ToursMyG

La Libertad es una de las regiones del Perú que cuenta con varias leyendas urbanas, las cuales se suelen narra de forma oral entre la población local. Una de las más populares es la ‘Rubia del cerro Chilco’. Este relato refiere que el ‘fantasma’ de una mujer acostumbra andar en la zona de San Pedro De Lloc, provincia de Pacasmayo. Según cuenta la leyenda, se aparece sobre todo a camioneros que transitan la zona.

Varios conductores señalan que la sola presencia de esta figura genera accidentes de tránsito, ya que su apariencia fantasmal hace que muchos pierdan el control de su vehículo. Pero ¿cuál es la historia detrás de este popular personaje? A continuación te lo contamos.

¿Quién fue la ‘Rubia del cerro Chilco’, el ‘fantasma’ que aterra a los camioneros de La Libertad?

El origen de esta leyenda urbana nace un trágico accidente en la década del 70. En aquella época, según se cuenta, una bella joven estudiante de Medicina, blanca y de cabello rubio, fue atropellada por un auto en la carretera de la Panamericana Norte, a la altura del cerro Chilco. Tras el accidente fue trasladada al hospital más cercano; sin embargo, no se pudo salvarla y falleció.

Este hecho marcó el final de la aspirante a médico, pero, a partir de su fallecimiento, surgió uno de los relatos urbanos más populares y terroríficos del norte del Perú.

¿A quiénes se le aparece la ‘Rubia del cerro Chilco’?

A lo largo de los años, varias personas aseguran que decenas de choferes que transitan la zona se han cruzado alguna vez con una mujer rubia y de bello aspecto que estira la mano en la carretera, principalmente donde ocurrió el accidente que acabó su vida, a fin de que los conductores la lleven hacia algún destino.

Según narran los camioneros que han sido testigos de su ‘presencia’, la joven se caracteriza por tener ojos azules y ser blanca. La mayoría de conductores suelen ayudar a este presunto ‘fantasma’, por lo que la suben a su auto para llevarla hasta su destino sin conocer lo que les espera.

La leyenda urbana da cuenta que la 'Gringa del cerro Chilco' se aparece a los camioneros de la zona

La leyenda urbana da cuenta que la 'Gringa del cerro Chilco' se aparece a los camioneros de la zona. Foto: Facebook/UNDiario

Luego de algunos minutos, las personas que conducen el vehículo comienzan a sentir ciertos escalofríos, ya que la voz de esta ‘entidad’ se torna más áspera. Pese al temor que padecen, de acuerdo a la leyenda, ellos siguen el camino por mandato de este ‘fantasma’.

Los relatos refieren que varios camioneros han observado que esta figura cambia de imagen y se torna en un esqueleto tétrico, que hace que muchos pierdan el control y produzcan un accidente de tránsito.

Historia del joven que visitó la tumba de la ‘Rubia del cerro Chilco’

Otra de las historias populares en torno a la ‘Rubia del cerro Chilco’ relata que un joven encontró a esta fémina en la Panamericana Norte y la llevó hasta determinado lugar. Durante el trayecto, él entabló un diálogo con la estudiante y, al despedirse, le pidió su dirección.

Además, el conductor la regaló su chaleco para que pueda abrigarse. Posteriormente, al visitar la casa de la muchacha descubrió que no vivía ahí. En cambio, fue recibido por una señora, quien le dijo que su hija había fallecido hace un mes.

Ante la insistencia del hombre, la fémina decidió llevarlo hasta la tumba donde estaba enterrada la fallecida estudiante. Así, cuando llegaron al nicho, el conductor encontró su chaleco, por lo que comprendió que la joven a quien ayudó era nada menos que un ‘fantasma’.