¿Por qué se representan a los fantasmas con sábanas blancas voladoras?
¿Sabes de dónde proviene la representación típica de los fantasmas? Conoce más sobre el origen de la imagen que se le dio a estos tétricos personajes durante varios siglos.
Al momento de hablar de fantasmas, seguramente llega a tu memoria la imagen de una sábana blanca voladora, representación que hemos visto en diversas ilustraciones, series y películas. Aunque hemos aceptado esto como algo cierto durante años, te asombrará saber que no siempre fue de esta manera.
A continuación, te contamos cómo fue que estas apariciones llegaron a ser simbolizadas de esta forma y el cambio que ha tenido en los últimos años.
¿Por qué los fantasmas son representados con sábanas blancas?
Durante la Edad Media, se acostumbraba a envolver el cuerpo de los cadáveres en una manta blanca sencilla que se llamaba mortaja. Este hábito se juntó con la creencia de que, al momento de manifestarse, los muertos usaban la última vestimenta que usaron, por lo que era muy común representar a estar apariciones con una sábana.
Las ilustraciones de la época muestran a los fantasmas en forma de esqueleto y rodeados de una tela blanca. Para el siglo XV, esta figura era aceptada en la sociedad, de manera que algunos delincuentes decidieron aprovecharse del temor para asustar a los dueños de las casas que querían robar.
Los fantasmas aparecieron durante el siglo V y XV. Foto: cookie_studio
En 1889, un periódico de Missouri, Estados Unidos, decidió preguntar a sus lectores si creían en los fantasmas. La mayoría de ellos mencionaron que eran objetos blancos que aparecían en lugares embrujados a la medianoche, concepto que se mantuvo hasta inicios del siglo XX, cuando su representación empezó a ser modificada.
El cambio de la representación de los fantasmas
Aunque los fantasmas mantenían su blanco característico, la forma comenzó a cambiar un poco. En ocasiones, estas figuras ya no contaban con su popular sábana; sin embargo, la piel del espíritu siempre era de color claro. Caricaturas como “Popeye” y “Casper”, iniciaron la metamorfosis de estos personajes en los últimos 100 años, algo que se perfeccionó con el paso del tiempo.
A finales del siglo XIX, las personas estaban convencidas que los fantasmas eran blancos. Foto: cookie_studio
A finales del siglo XX, estos individuos se han presentado con el aspecto de una persona normal, con la característica tez clara, y se dejó el uso de la manta para representarlos en los dibujos animados o como un concepto cliché.