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Día de San Pedro y San Pablo: ¿quiénes fueron y por qué los celebramos?

Conoce la historia del primer papa de la Iglesia y el apóstol que comenzó persiguiendo a los propios cristianos.

Pedro y Pablo fueron apresados y torturados en el foro romano el año 64 y 67, respectivamente. Foto: composición Janier Golac /La República
Pedro y Pablo fueron apresados y torturados en el foro romano el año 64 y 67, respectivamente. Foto: composición Janier Golac /La República

Cada 29 de junio, la Iglesia católica recuerda a Simón Pedro, o llamado religiosamente como San Pedro, y a San Pablo. Como San Pedro es santo patrón de los pescadores en el Perú, se le rinde homenaje al pescador con procesiones en tierra y con barcas en el mar. Sin embargo, debido a la coyuntura sanitaria, las procesiones multitudinarias no están permitidas.

A continuación, te presentamos la semblanza de los dos hombres que fueron los primeros fundadores, junto a Jesús, de la Iglesia cristiana durante la época de la Antigua Roma.

Historia de San Pedro

Pedro es el apóstol más recordado, ya que se le considera como el primer papa de los cristianos. Jesús lo bautizó con dicho nombre al señalarle como la “piedra” sobre la que habría de edificar su iglesia. Nació a finales del siglo I a. C. (en el año -64) en Betsaida, Galilea, perteneciente actualmente a Israel. Se desempeñaba como pescador y usualmente trabajaba con su hermano Andrés, quien también fue uno de los doce amigos de la embarcación.

Según datan los pasajes bíblicos, era un ser sencillo, generoso e impulsivo en sus intervenciones, de ahí que Jesús mostró desde el primer momento una predilección por su persona. En una jornada de trabajo en la que nada había conseguido, Jesús le dijo “echa tu red” y, posteriormente, esta comenzó a reventar con los peces. Entonces cambió su nombre a Pedro y se convirtió en el “pescador de hombres”. Tras una larga vida consagrada, murió crucificado como el hijo de Dios.

El Baldaquino de San Pedro es el altar mayor de la Iglesia y se sitúa sobre la tumba de Pedro. Foto: Janier Golac / La República

El Baldaquino de San Pedro es el altar mayor de la Iglesia y se sitúa sobre la tumba de Pedro. Foto: Janier Golac / La República

Historia de San Pablo

Su nombre original era Saulo de Tarso, conocido también como Pablo de Tarso, pero la Iglesia le llamó San Pablo. Nació entre los años 5 y 10 d. C, en Cilicia. Fue hijo de una familia acomodada que poseía el título de ciudadanos romanos, pese a ser muy ligados a las tradiciones judía fariseas.

Le llamaban Saúl o Saulo en memoria al primer rey de Israel, que en esa época era común ostentar ese nombre. Por ser ciudadano romano llevaba el latino de Pablo o Paulo. Esto no era extraño, porque los judíos de aquel entonces solían tener dos nombres, uno hebreo y otro latino o griego.

Al principio, por ser fariseo creía que Jesús no era el Mesías. Comenzó a perseguir a los primeros cristianos y a supervisar sus ejecuciones. Finalmente, según la Biblia, se le profetizó que tendría que sufrir mucho por su causa y debía predicar. De esta manera, fue el primero en anunciar los mensajes divinos fuera de su nación. Como era romano no podía ser crucificado, por lo que murió decapitado.

Fiesta de San Pedro y San Pablo

La fiesta de San Pedro y San Pablo es una de las más grandes celebraciones para los cristianos católicos y ortodoxos, y se realiza en varios países del mundo. Es el día en que los creyentes reconocen las virtudes de dos de los más grandes apóstoles que defendieron el Evangelio con sus vidas.

En el Perú, la festividad se celebra principalmente en ciudades como Chimbote, Callao, Moquegua, Puno y Lima. Un ejemplo de esto es la tradicional procesión en Chorrillos en honor a San Pedro, patrón de los pescadores.

Se les recuerda el mismo día porque ambos fueron detenidos y martirizados en la prisión Mamertina, también llamada el Tullianum, ubicada en el foro romano. Pedro fue enterrado en el año 64 en la colina del Vaticano y la Basílica de San Pedro está construida sobre su tumba. Mientras que Pablo fue decapitado en el 67. Está enterrado en Roma, en la Basílica de San Pablo de Extramuros.

La Basílica de San Pedro en el Vaticano   es la sede de la Iglesia católica desde donde gobierna el papa. Foto: Janier Golac /La República

La Basílica de San Pedro en el Vaticano es la sede de la Iglesia católica desde donde gobierna el papa. Foto: Janier Golac /La República