Editorial peruana independiente censurada: Achawata
Esta actitud del ministerio obedece a lo ocurrido en la última edición de la FIL de Lima, pero Achawata es más que el libro de Polay. Su catálogo es variado y en coherencia con su postura de izquierda

En la última edición de la FIL de Lima 2025, la editorial independiente Achawata fue testigo de cómo era cancelada la presentación, pactaba para el 29 de julio (día concurrido), del libro Revolución en los Andes de Víctor Polay Campos. La cancelación obedeció a una razón poderosa: cuidar el orden público. Se tuvo el cuidado de no utilizar la palabra censura porque no era censura (al respecto, sugiero buscar el artículo de Jorge Valverde Oliveros (editor del imprescindible Entrevistas a Blanca Varela), publicado en Hildebrandt en sus trece el pasado 8 de agosto. En dicho artículo, el editor sintonizaba no solo con el hecho de que esa cancelación no fue una censura, sino también precisaba, partiendo de la lectura del libro de Polay y citando pasajes del mismo, que se estaba tejiendo en redes un discurso contra la censura cuya base era una verdad a medias o, visto de otro modo, una mentira).
En las últimas horas, la editorial Achawata ha comunicado mediante sus redes sociales ser víctima de un acto de censura en la Feria del Libro de Huancayo, evento organizado por la Municipalidad Provincial de Huancayo, el Gobierno Regional y el Ministerio de Cultura.
Los que sabemos de las dinámicas de las ferias, estas no se hacen de un día para otro. Achawata, al igual que las otras empresas editoriales, tramitaron su participación con tiempo. De acuerdo con el comunicado, la editorial fue invitada, el día de la instalación, a retirarse habiendo cumplido todos los requisitos para participar en la Feria del Libro de Huancayo, que no hay que confundir con la FELIZH que organiza el empresario Willy Mateo.
Un representante del Ministerio de Cultura fue el encargado de “invitar” a Achawata a dejar la feria. Fue el propio Mincul la entidad que hizo los filtros respectivos. Esta actitud del ministerio obedece a lo ocurrido en la última edición de la FIL de Lima, pero Achawata es más que el libro de Polay. Su catálogo es variado y en coherencia con su postura de izquierda (ojo, hay titulazos, como las memorias de Augusto B. Leguía, Yo tirano, yo ladrón). El Mincul, desde que existe el actual gobierno, se ha convertido en un operador de censuras en serie contra todo lo que parezca de izquierda y lo hace con la ayuda de funcionarios que, en lugar de velar por los intereses culturales, están más al tanto de cuidar su empleo. Es una clara censura a la libertad de pensamiento sin importar si estamos o no de acuerdo con ese pensamiento.
La República tiene no pocas notas exponiendo casos de censura cultural. Pero esta no es la primera vez que Achawata pasa por una censura. La que tratamos ahora es pública, pero hay otra censura silenciosa que la editorial experimenta, como la que sucede con el libro Misterdafo.Perú: cine, política, corrupción de Pilar Roca. Sobre la situación de ese libro, ningún ideólogo de redes dice algo porque no es políticamente correcto o porque no se quiere tener el panorama completo de la situación del cine en Perú. Múltiple choque de intereses, se nota.















