Cultural

El collage como autopsia: Sergio Camporeale

Del expresionismo gráfico al collage digital, el argentino Sergio Camporeale (88) ha desmontado durante más de seis décadas la superficie de la cultura visual latinoamericana. En La Galería de San Isidro.



Camporeale llega al Perú a los 88 años y no se ha replegado. Por el contrario, se ha revitalizado digitalmente, explorando las posibilidades del collage contemporáneo sin renunciar al esplendor pictórico. Imagen: Difusión.
Camporeale llega al Perú a los 88 años y no se ha replegado. Por el contrario, se ha revitalizado digitalmente, explorando las posibilidades del collage contemporáneo sin renunciar al esplendor pictórico. Imagen: Difusión.

Escribe: Czar Gutiérrez

La belleza es una trampa, la risa un artificio, la figura humana un laberinto simbólico. Y todo bajo el gobierno de una notable solvencia rítmica y exquisitez técnica: más o menos así podríamos resumir la obra, a estas alturas ya monumental, de Sergio Camporeale (Buenos Aires, 1937), artista intempestivo y sin escuela cuya trayectoria marcha hacia los 70 años: desde el grabado expresionista en el Grupo Grabas hasta los collages de apropiación digital.

Sin embargo, su núcleo sigue siendo el mismo: una interrogación sobre cómo vemos, qué vemos y qué no queremos ver. Así, no es exagerado decir que su obra funciona como una crítica fenomenológica de la percepción: el espectador debe reconstruir el sentido desde el desconcierto porque, apenas se cruza el umbral visual, emerge el abismo: cuerpos desmembrados, gestos suspendidos en un vacío inestable, figuras extraídas del imaginario pop y reconfiguradas como espectros de un sueño fallido.

Ilustra y disloca

Radicado en París durante dos décadas junto a Delia Cugat, Camporeale absorbió los lenguajes del arte contemporáneo sin perder su matriz latinoamericana. Su obra, lejos de ser folclórica, evidencia una identidad migrante, ambigua, en constante estado de traducción. Por eso sus figuras parecen siempre a medio camino entre lo reconocible y lo enigmático. Porque la identidad, como él mismo sugiere, no es una esencia sino una construcción visual, una escena.

 Sus figuras parecen siempre a medio camino entre lo reconocible y lo enigmático. Porque la identidad, como él mismo sugiere, no es una esencia sino una construcción visual, una escena. Imagen: Difusión.

Sus figuras parecen siempre a medio camino entre lo reconocible y lo enigmático. Porque la identidad, como él mismo sugiere, no es una esencia sino una construcción visual, una escena. Imagen: Difusión.

Camporeale ilustra y disloca. La figura humana es fragmento en tránsito, señal de algo perdido. Una arqueología de lo íntimo que no encuentra restos. La familia, núcleo originario del sentido, aparece desfigurada, convertida en máscara o mutación en un gesto ontológico. ¿Qué somos cuando ya no hay centro, cuando la pertenencia se diluye en un mundo saturado de imágenes? Camporeale no responde: su poética consiste en intensificar la pregunta.

El artista argentino utiliza íconos globales —Mickey Mouse, Madame Butterfly, la sonrisa publicitaria— y los sitúa en escenas teatrales donde su función simbólica se quiebra. Devienen en inquietantes marionetas zombis, personajes flotando en el denso sinsentido del espectáculo contemporáneo. Un despliegue visual donde conviven lo sacro y lo vulgar. La alta cultura y el bazar de imágenes de Internet.

Esa ternura cruda

Pero lo que podría parecer un gesto cínico o posmoderno se convierte en una forma de compasión radical. Al igual que ciertos dramaturgos trágicos, él sabe que reírse del mundo es reconocer su dolor estructural. Es una risa amarga con dimensión política: si todo ha sido estetizado por el mercado, incluso la rebeldía, entonces solo resta construir una estética que revele el absurdo. Una ternura cruda, esa poética del desencanto sin nihilismo que la vuelve vitalmente inquietante.

Camporeale llega al Perú a los 88 años y no se ha replegado. Por el contrario, se ha revitalizado digitalmente, explorando las posibilidades del collage contemporáneo sin renunciar al esplendor pictórico. Sus obras siguen interrogando al mundo desde una lucidez incómoda: el artista sabe que, en tiempos donde todo es visible, el verdadero gesto subversivo es volver a mirar. Y, como siempre, sin anestesia.

...

Muestra: Sergio Camporeale y Toto Fernández Ampuero: Dos miradas convergentes.

Lugar: La Galería.

Dirección: Conde de la Monclova 255, San Isidro.

Fechas: hasta el 6 de setiembre.

Entrada: Libre.

Lo más visto
Lo último
Ribeyro y una broma en Frankfurt, por Eduardo González Viaña

Ribeyro y una broma en Frankfurt, por Eduardo González Viaña

LEER MÁS

Ofertas

Últimas noticias

Transportistas dan ultimátum de 7 días al Gobierno de José Jerí: exigen plan contra la inseguridad o irán a paro de 48 horas

Transportistas planearían acatar paro de 48 horas entre el 15 y 17 de diciembre: "El estado de emergencia no funciona"

Bolivia ya conoce su grupo para el Mundial 2026: así quedaría su camino si supera el repechaje ante Surinam e Irak

Cultural

Néstor García Canclini: “Necesitamos revertir la desdemocratización neoliberal extendida por las ultraderechas”

Ribeyro y una broma en Frankfurt, por Eduardo González Viaña

La agenda cultural: lo que se viene en los próximos días

Estados Unidos

Elecciones en Nueva York 2025: Zohran Mamdani gana la alcaldía y triunfo le da un fuerte golpe a la era Trump

El 11S el atentado terrorista con más víctimas de la historia: alrededor de 3.000 afectados y cuestionó la seguridad global

Estos son los 5 mejores destinos del mundo para hacer trekking: están en Estados Unidos, España y Perú

Política

JEE abre proceso contra José Jerí por presunta infracción a la neutralidad electoral a favor de Somos Perú

Fiscalía investiga tras denuncia contra policías que cobrarían coimas en la frontera

Defensoría del Pueblo bajo revisión internacional por presunta pérdida de independencia y silencio frente a denuncias