Congreso aprueba retiro de la CTS
Cultural

Un premio errado: El desierto blanco de Luis López Carrasco

Un comentario crítico de Desierto blanco, la novela ganadora del Premio Herralde 2023.

Una crítica al libro del escritor español. Foto: difusión
Una crítica al libro del escritor español. Foto: difusión

A finales del año pasado, se anunciaron los resultados del prestigioso Premio Herralde de Novela. Como ganadora resultó El Desierto blanco, del español Luis López Carrasco, y como finalista quedó La reina del baile, de la argentina Camila Fabbri. Al Perú aún no han llegado copias, pero confío en que Guillermo de Book Vivant las hará llegar pronto. Yo he tenido la suerte de recibir y leer ambas novelas, y con seguridad creo que la finalista es muy superior a la ganadora. La novela de Fabbri es un gran logro que atrapa entre sus páginas y deleita con la riqueza de sus escenas y estructuras narrativas. Muy por el contrario, la ganadora no tiene gran mérito literario.

El Desierto blanco, de hecho, no es necesariamente una novela. Está más cerca del conjunto de cuentos. Es verdad que estos relatos comparten contexto, temas y personajes, pero como unidad no terminan de funcionar. No hay una armonía que los vincule o un lazo narrativo fuerte que cree un diálogo que capture al lector. Sin embargo, poco interesa en estos tiempos estas clasificaciones, aunque sí creo que un premio de novela debe reconocer algo que se conciba —con mucha libertad a la experimentación— como tal. De todas formas, ese no es el problema principal de la “novela” de López Carrasco. El libro no funciona ni como cuentario ni como novela debido a la falta de fuerza y potencia emocional de sus relatos. La prosa es bastante simple al igual que las estructuras narrativas. Tampoco entretiene ni intriga. Nada brilla. La extensión es muchas veces gratuita —como en el último relato— y las atmósferas que se construyen no nos llevan a nada. El libro gira en torno a la crisis del 2008 en España y cómo esta afectó a una generación. El autor sí logra escenificar bien ese contexto y una cultura de crisis en la intimidad de los personajes. No obstante, no trasciende a esta descripción costumbrista de los hechos. Podría introducirnos en una serie de reflexiones profundas sobre el tema, pero tampoco alcanza eso.

Me parece interesante el recurso casi documental de los relatos. No necesariamente uno requiere grandes historias para contar un período de tiempo, sino que puede valerse de un registro del tipo archivo (como el autor ha hecho en sus documentales). Sin embargo, este efecto se diluye cuando introduces elementos de la ciencia ficción como lo hace López Carrasco. El comienzo del primer relato es ingenioso: una empresa utiliza un experimento laboral que busca seleccionar a alguien utilizando un caso hipotético de bombardeo mundial en el que los integrantes deben matar a uno para salvar al resto. Divertido, pero innecesario. Lo mismo ocurre con el último relato y la migración planetaria que divide a dos hermanos. La apuesta por el tercer y cuarto relato es por lo simple y lo íntimo. El tercero, para mí el mejor, desarrolla, desde la nostalgia de una separación, el relato del acercamiento de una mujer al ambiente familiar de su expareja. El autor logra una voz muy convincente y conmovedora, pero esa intimidad se pierde con historias de migración planetaria y naufragios en islas militares. Pareciese que el autor no logra decidir qué libro desea escribir y más está concentrado u obsesionado con esta crisis social —hay que decirlo— muy española.

Sorprende que el Herralde —premio que suele celebrar el cosmopolitismo— haya apostado por una novela tan localista, que depende más de lo que está fuera del texto que de la obra misma. Un conjunto de notas al pie de páginas planea dar contexto sobre ciertos hechos, personaje e instituciones. Pero no sirven de casi nada, pues la mayoría son obviedades o datos innecesarios para continuar con la lectura del relato. En caso no se supiese sobre estos datos, el lector puede decidir si buscarlos o prescindir de ellos. No hay necesidad de imponer la referencia. El recurso de la nota al pie de página puede ser muy interesante, pero aquí es gratuito.

Si bien López Carrasco logra retratar muy bien cierto malestar generacional y la cultura que lo rodea, no supo decidir si encajar dicho ambiente en una narración costumbrista, intimista o de novela social. La mezcla más parece una indecisión que una mixtura original de géneros. Seguramente, el relato transmitirá algo a quienes vivieron la situación crítica de España durante los finales de la primera década del siglo pasado, pero me parece que no es mérito suficiente como para otorgar uno de los premios más importantes en nuestra lengua. ¿Qué pasa con los otros lectores? La apuesta, en cambio, por una novela como la de Fabbri —que sí te atrapa desde el inicio y te captura hasta el final— hubiese sido un gran acierto, considerando, además, la juventud de la autora y su producción previa. Sin duda, un desacierto del jurado.

Periodista cultural. Egresado de la Facultad de Humanidades con mención en Estudios Latinoamericanos en la Pontificia Universidad Católica del Perú. En 2022, publicó el libro de cuentos Impresiones y, actualmente, alista su primera novela. Es aficionado al Birdwatching y miembro del inexistente grupo literario Etc.