Cultural

Mario Vargas Llosa recibió la espada de académico

Ritual. Como antesala a su incorporación a la Academia Francesa, el escritor y nobel peruano recibió la mítica espada con la que accederá a la institución académica para convertirse en un “inmortal”.

El afamado escritor nacional fue oficializado como miembro de la Academia Francesa. Foto: Twitter / @morganaVLL
El afamado escritor nacional fue oficializado como miembro de la Academia Francesa. Foto: Twitter / @morganaVLL

París. AFP

El escritor hispanoperuano Mario Vargas Llosa, premio Nobel de Literatura en 2010, recibió este ayer su espada de miembro de la Academia Francesa, hecha con acero toledano, durante un acto un día antes de ingresar en la institución creada en 1635.

A sus 86 años, Vargas Llosa se convertirá este jueves en el primer escritor que no escribe en francés que integra la institución fundada por el cardenal Richelieu.

La espada de académico, de estilo medieval, fue hecha por el último artesano toledano que hace ese tipo de armas, aseguró el propio laureado.

“Es la primera vez que poseo una espada”, declaró Vargas Llosa en la ceremonia celebrada en un salón de la editorial Gallimard, que publica sus libros en francés desde 1970.

La espada lleva sus iniciales y los nombres de los dos “padrinos” que se la regalaron: el director de la Real Academia española, Santiago Múñoz Machado, y Gregorio Marañón, presidente del Teatro Real de Madrid, ambos presentes en el acto.

La espada fue entregada por la secretaria perpetua de la Academia Francesa, Hélène Carrère d’Encausse.

La tradición en la Academia Francesa es que los nuevos miembros (conocidos como “Inmortales”) reciban la espada antes de la ceremonia de recepción en el hemiciclo.

“Ciertamente, algunos expresaron su queja de que usted no escriba en francés”, declaró Carrère d’Encausse ante la audiencia, en la que se hallaban la familia de Vargas Llosa y su ex esposa, Patricia Urquidi.

“Pero ignoran que, para ser recibido en la Academia Francesa, hay que, y cito: “caer bien a Monseñor el Protector, tener buen humor, buena reputación, inteligencia... y poder servir para las funciones académicas”, recordó.

Vargas Llosa fue aceptado de forma casi unánime por los académicos hace más de un año, y recibido por el actual “protector” de la Academia, el presidente Emmanuel Macron.

“En cuanto a su reputación, conocemos ya su prestigio y extensión”, añadió Carrère d’Encausse.

Vargas Llosa ya es miembro de la Real Academia Española, de la peruana y la brasileña. Fue admitido en la Academia Francesa en noviembre de 2021, y asumirá el sillón 18, de un total de 40.

Situada en la orilla izquierda del Sena, enfrente del museo del Louvre, la Academia Francesa está encargada de velar por la salud de la lengua de Molière. Publica un diccionario como lo hace la Academia Española, y emite recomendaciones de estilo.

La “instalación” pública del premio Nóbel, como se conoce en el lenguaje de la Academia, se producirá el jueves a media jornada, y contará con un invitado de excepción: el rey emérito español Juan Carlos I.

Vargas Llosa, que fue nombrado marqués por Juan Carlos I en 2011, invitó personalmente al ex monarca, que vive en los Emiratos Árabes Unidos, y que solo ha salido oficialmente en contadas ocasiones de ese país desde 2020.

Francia en el corazón

Vargas Llosa pronunciará un discurso de elogio de su predecesor en el sillón 18, el filósofo Michel Serres (1930-2019). Vestirá un traje de levita negro, bordado con ramas de olivo verde.

La Academia Francesa, una institución venerable, ha tenido en los últimos años ciertas dificultades para reclutar nuevos miembros (conocidos como “los Inmortales”) entre la intelectualidad francesa.

Vargas Llosa es un francófilo declarado, autor de dos destacados ensayos sobre Gustave Flaubert y Victor Hugo, dos de sus escritores favoritos. Vivió en París varios años a principios de los años 1960, cuando iniciaba su carrera como escritor.

Dato

Los inmortales. La Academia Francesa fue fundada en 1635 por el cardenal Richelieu. Sus miembros son conocidos como “los inmortales” por el lema “À l’immortalité” (A la inmortalidad) que figura en el sello dado a la Academia por el propio Richelieu.