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Cultural

Obra “El principio de Arquímedes”: desplazados e inmersos por el miedo

El principio de Arquímedes es una ley física que dice que un cuerpo total o parcialmente sumergido en un fluido en reposo experimenta un empuje vertical hacia arriba. Al igual que en la obra de teatro, los personajes se sumergen pero en el miedo y los prejuicios.

En "El principio de Arquímedes", Jordi es un joven instructor de natación que abraza y da un beso a un niño, alumno suyo, en la piscina. Foto: difusión
En "El principio de Arquímedes", Jordi es un joven instructor de natación que abraza y da un beso a un niño, alumno suyo, en la piscina. Foto: difusión

La obra de teatro “El principio de Arquímedes” le pertenece al joven dramaturgo catalán Josep María Miró, quien la escribió en 2011. Desde entonces, ha sido puesta en escena con gran éxito en San Petersburgo, Puerto Rico, Buenos Aires, México DF, Londres, Madrid y muchas otras ciudades del mundo. Su tema es tan vigente como si hubiese sido hecha ayer, ya que trata sobre los miedos, los prejuicios y cómo las personas suelen sacar conclusiones sin considerar diversos puntos de vista.

La obra es dirigida por el reconocido hombre de teatro y maestro de actuación Roberto Ángeles. En ella, seguimos los puntos de vista de cada uno de los personajes, observando y experimentando las emociones por las cuales van atravesando fruto de las especulaciones y el mal uso de las redes sociales, que tienen como base el miedo y los prejuicios.

“El principio de Arquímedes”fue escrita por el joven dramaturgo catalán, Josep María Miró en el 201. Foto: Difusión prensa.

“El principio de Arquímedes”fue escrita por el joven dramaturgo catalán, Josep María Miró en el 201. Foto: Difusión prensa.

Jordi bajo sospecha

El destacado actor Fernando Luque protagoniza esta nueva historia teatral. Él es Jordi, un joven instructor de natación que abraza y da un beso a un alumno suyo, en la piscina.

“Los prejuicios son mucho más sutiles de lo que las personas creemos. Hay una cosa que ocurre en la obra: frente a la posibilidad de que uno de los personajes haya cometido un delito, esa sensación de sospecha que se crea para con esa persona tiene mucho que ver con la capacidad de control de cada uno de los otros”, sostiene el intérprete.

Decisiones estructurales

Los acontecimientos de la obra transcurren haciéndole pensar al observador ¿si realmente existió malicia detrás de esa actitud del entrenador o fue un simple gesto de afecto?

Sobre Jordi, su personaje, Fernando Luque menciona: “La pregunta para mí sería si realmente Jordi como profesor ofrece una estructura sólida a sus alumnos, porque creo que él no está bien formado como persona. Mi personaje tampoco es ningún santo, pero no creo que sea culpable de lo que se le acusa; pero de lo que sí estoy seguro es de que no tiene algo resuelto en su vida”.

“El haber tomado tantas decisiones en el proceso de formación de Jordi, ha sido algo que otro personaje que he interpretado no me llevado a realizar, debido a que las obras fueron más claras —por lo menos en la estructura de los aspectos psicológicos del personaje—. En esta había que decidir mucho, porque el texto no te da la información, y eso es lo rico de esta propuesta”, nos precisa el actor.

Ambigüedad que se sostiene

María Miró juega todo el tiempo con los personajes y por lo tanto con el espectador. En ningún momento se señala si Jordi realizó dicho acto con un fin noble o malévolo, y ahí radica la esencia de la obra.

Fernando Luque cumple como Jordi, atormentado tanto por sus propios miedos. De ser el monstruo que dicen, como por los prejuicios de su entorno: de que si ser gay o no lo inclina a tener ese comportamiento con el niño.

Luque es secundado por un buen reparto: Óscar Beltrán, Sandra Bernasconi y Alonso Cano, quienes se convierten en las aristas por las cuales podemos mirar a Jordi y sacar nuestras propias conclusiones.

“La sospecha hacia Jordi puede ser en base a un prejuicio o no, por la pregunta de unos de los personajes: ¿sí es homosexual o no? Pero, sobre todo, es resultado del miedo que se proyecta y cambia todo. Presenciamos cómo un buen ambiente de trabajo se transforma en un pequeño infierno”, dice el actor.

Fernando Luque es secundado por un buen reparto: Óscar Beltrán, Sandra Bernasconi y Alonso Cano. Foto: Difusión Prensa.

Fernando Luque es secundado por un buen reparto: Óscar Beltrán, Sandra Bernasconi y Alonso Cano. Foto: Difusión Prensa.

Realismo psicológico de un caso vigente

Para su director, Roberto Ángeles, “El principio de Arquímedes” es una obra del realismo psicológico, ya que los personajes tienen la complejidad y los contrastes que tenemos las personas en nuestra mente y que es lo que nos diferencia a uno de otro.

“También es una de las primeras obras que trata de manera directa el horror de ensañarse contra una persona mediante el uso de las redes sociales, sin que haya sido comprobada su falta o investigada por la ley, como sucede de manera regular en nuestro país”, declara.

En tanto, Fernando Luque explica: “‘El principio de Arquímedes’ coloca en primer plano esa sensación de incertidumbre que se genera detrás de las acusaciones a Jordi, que incluso no sabe bien lo que está pasando y las consecuencias que esto generará para su carrera y su vida. Además, la obra retrata un caso que lamentablemente es muy actual. Desde el uso indiscriminado de las redes sociales hasta las denuncias falsas y reales. Toda la problemática que estamos atravesando como sociedad está plasmada en el texto, con el cual el público se llevará sus propias preguntas y conclusiones”.

“El principio de Arquímedes" coloca en primer plano esa sensación de incertidumbre que se genera detrás de las acusaciones a Jordi, Foto: Difusión Prensa.

“El principio de Arquímedes" coloca en primer plano esa sensación de incertidumbre que se genera detrás de las acusaciones a Jordi, Foto: Difusión Prensa.

De vuelta a los escenarios

Fernando Luque ya había vuelto a los escenarios de forma presencial, después de la pandemia, en un unipersonal. Ahora lo hace en una obra en grupo. “Extrañaba actuar en teatro con otras personas, compañeros que te reciben, te dan energía, construyen contigo y eso es un regalo”, se alegra.

Después de “El principio de Arquímedes”, Fernando volverá a interpretar a un personaje de época en una próxima puesta en escena. Actualmente trabaja intensamente en La vaca multicolor (Instagram: la.vacamulticolor), un centro cultural donde brinda talleres de actuación para profesionales y principiantes, actuación para la cámara, dirección de actores, entre otros cursos.

Mientras tanto, lo pueden ir a ver de jueves a lunes (8 p. m.) y domingos (7 p.m.), hasta el 30 de mayo, en el teatro de Lucía, calle Bellavista 512 (Miraflores). Cabe destacar que después de la función del viernes 6 de mayo, se realizará un conversatorio con los actores y el director.