Cultural

Emoción en el Inti Raymi

“Los ensayos fueron intensos, día y noche. No importó la lluvia ni el intenso frío de invierno”.

Rumi Cevallos
Rumi Cevallos

Cuando al profesor Leonardo Arana, director de Filigranas Peruanas (FIPE), le dieron a última hora luz verde para que su entidad ponga en escena el Inti Raymi, no se amilanó. La noticia le fue dada el 10 de junio por la Empresa Municipal de los Festejos del Cusco (Emufec) ; es decir, a solo 14 días de tan importante acontecimiento.

Los ensayos empezaron al día siguiente. FIPE desplegó toda su experiencia para que la fiesta más importante del Cusco salga en todo su esplendor en sus tres escenarios: Qorikancha, con la ceremonia de agradecimiento al Sol; el Auqaypata, con las ceremonia de la coca y el Encuentro de dos tiempos; y Saqsaywaman, con la evocación del Inti Raymi.

75 años pasaron desde ese 24 de junio de 1944, cuando Faustino Espinoza y Humberto Vidal, instauraron la evocación en homenaje al Sol. Y este año, 750 personas estuvieron en escena, ataviados con trajes de época, con fina armonía de colores. Con 80 músicos bajo la batuta de Joel Velásquez y un coro de voces dirigidos por Esteban Ttupa.

Los ensayos fueron intensos, día y noche. No importó la lluvia ni el intenso frío de invierno. Muchos dejaron sus labores y estudios. Lo hicieron por amor al Cusco y a nuestro rico legado histórico.

Fue mi segunda vez en esta maravillosa fiesta enfundado en un traje inca. Muchos lloramos durante la ceremonia, también Yaritna García, la Qoya del Cusco, mi compañera de transmisión para La República. Es una increíble experiencia que todo cusqueño debe vivir.

¡Haylli Inti Raymi!