Martin Bourboulon: “La dualidad entre el amor y la muerte es constante”
El director dio detalles del próximo estreno en cines, Los tres mosqueteros: Milady.
La película basada en la novela de Alejandro Dumas, Los tres mosqueteros: Milady, llega a las salas de cines este jueves (la primera parte se estrenó en Netflix). La historia, que tiene como protagonistas a Vincent Cassel, Francois Civil, Romain Duris, Pio Marmaï y Eva Green, ha tenido buena recepción de la crítica, principalmente porque deja en el centro de la atención al personaje de la actriz. “Por eso acepté formar parte de esta aventura, no habíamos visto nunca a Milady en esta faceta”, dijo Green a EFE. Sobre ello, habla el director francés Martin Bourboulon.
-Esta segunda parte tiene una dimensión más trágica que la primera.
-A diferencia de la primera parte, toda la exposición está hecha y desempolvada. Entonces, es posible profundizar. Sumergirte en cada personaje y comprender por lo que están pasando. La exploración de esas almas realmente florece en esta parte. La dualidad entre el amor y la muerte es constante.
-El amor está en el centro de esta segunda parte.
-El amor es siempre un poderoso motor emocional en el cine. Está intrincadamente entretejido en Milady y lo hace inmediatamente identificable. Nos acerca más a los personajes y a lo que están sintiendo. Una segunda historia de amor surgirá a lo largo de la película.
-El lado trágico no impide algunos momentos cómicos.
-La comedia siempre encuentra un lugar en el drama porque es terriblemente humana. Con mucho gusto hicimos espacio para ello, creando momentos de respiro y contrapunto que fueron indispensables en vista de la densidad de la historia que estamos contando. Porthos y Aramis funcionan a la perfección: la vibra entre Pio Marmaï y Romain Duris se estableció muy rápidamente. Es fantástico recuperar al rey de la primera parte. Tan pronto como aparece en la pantalla, el público se divierte como si estuviera ansioso por verlo de nuevo. Louis Garrel (el rey Luis XIII) fue muy creativo.
-¿Cree que el público logra empatizar con Milady?
-Es un personaje que desarrollamos. Esta mujer ha sido desarraigada y aplastada por un evento trágico en su pasado. Dado que las armas defensivas en ese momento eran en su mayoría físicas, Milady lo logra desarrollando su fuerza como luchadora. Eso no impide que nos identifiquemos con ella y que realmente nos guste.
-La crítica la define como una mujer lúcida, muchas veces fatalista.
-Milady ha conocido la desilusión. Eso la hace lúcida sobre el destino y sobre el progreso en el mundo. Está destrozada por dentro, pero aun así puede seguir adelante.
-Ella tiene algunos aspectos orientales en su apariencia y en su forma de luchar. ¿Cómo enfocaste retratarla?
-Eva Green tiene una presencia increíble en pantalla. Ella acerca la cámara, atrae el ojo de la audiencia hacia ella de una manera muy poderosa. No es solo superficial: ella tiene alma. Se pueden vislumbrar en ciertas escenas que disfruté mucho filmando. Es muy conmovedora esta película. Eva tuvo mucha preparación física previamente, lo que le dio una gran precisión para disparar. En una escena final, logró integrar la coreografía de la pelea con algunas pausas y actitudes que tenían diversos orígenes. Eso realmente enriqueció la escena.